Portugal tiene desde este martes medidas más estrictas relativas al confinamiento domiciliario que entró en vigor la semana pasada, después de que el Gobierno de António Costa reconociese la necesidad de estrechar aún más el margen de maniobra de la ciudadanía por el incesante aumento de contagios y fallecidos en territorio luso. Por primera vez, el país ha superado los 200 decesos en un solo día.

La Dirección General de Salud (DGS) ha notificado este martes 218 víctimas mortales en 24 horas, lo que eleva a 9.246 la cifra provisional de víctimas de la COVID-19 en Portugal. Al menos 566.958 personas han sido diagnosticadas desde el inicio de la pandemia, 10.455 más que el lunes, mientras que 670 enfermos permanecen ingresados en unidades de cuidados intensivos.

El Gobierno luso anunció el lunes una revisión de las medidas incluidas en el último estado de emergencia, que plantea el confinamiento domiciliario, de tal forma que se prohíbe circular entre municipios los fines de semana, se imponen más restricciones a la venta de comida por parte de la hostelería y se vigilará que quienes utilicen parques y jardines solo lo hagan de tránsito. Además, también quiere fomentar el teletrabajo.

El presidente, Marcelo Rebelo de Sousa, ha firmado este martes el cambio de normativa, que podría ampliarse aún más. La Presidencia ha adelantado en un comunicado que habrá una "nueva reflexión con especialistas" para analizar el desarrollo del actual curso académico.