Las autoridades portuguesas han registrado un significativo descenso en el número de fallecidos por coronavirus durante las últimas 24 horas, 214 decesos, el más bajo desde el 18 de enero, así como otra caída en el número de los pacientes en cuidados intensivos, tras el récord de 900 arrojado en la víspera.

La Dirección General de Salud ha informado este sábado de 6.132 nuevos casos de coronavirus -frente a los 6.916 del viernes -con lo que ya son 761.906 los positivos registrados desde el inicio de la pandemia. Casi 600.000 de estos pacientes han sido dados de alta, 14.317 de ellos en las últimas 24 horas.

Al menos 13.954 personas han perdido la vida en Portugal víctimas de la COVID-19, mientras que 6.158 pacientes se encuentran ingresados en hospitales, 891 de ellos en UCI.

Por regiones, Lisboa y Valle del Tajo se mantiene como la más afectada y acumula más de la mitad de los casos detectados a nivel nacional en el último día, con 3.356. La zona Norte, que llegó a ser el epicentro de la pandemia, ha sumado este sábado 1.227 positivos a su balance particular.

El Gobierno de António Costa ha endurecido las restricciones en el último mes, para contener una ola de contagios que se ha disparado tras las fiestas de Navidad. Entre las últimas medidas figuran un confinamiento domiciliario, controles en la frontera terrestre y la prohibición de salir del país salvo casos excepcionales.