El Ejército de Filipinas informó de la detención de nueve mujeres vinculadas al mando del grupo yihadista Abu Sayyaf, afín al Estado Islámico (EI), y sospechosas de preparar atentados suicidas con explosivos, según los militares.

Las mujeres fueron detenidas el viernes durante una serie de redadas en tres domicilios de la provincia filipina de Sulu, en el suroeste del país, indicó anoche el general Corleto Vinluan, al frente del Comando de Mindanao Occidental.

Durante la actuación, las autoridades se incautaron de numeroso material para la fabricación casera de dispositivos explosivos, entre ellos detonadores y un boceto donde supuestamente se marcan objetivos para los atentados.

Abu Sayyaf, que juró lealtad al EI en 2014, nació en los años noventa compuesta por muyahidin que lucharon en la guerra de Afganistán y enseguida ganaron notoriedad internacional por sus atentados y secuestros, fundamentalmente turistas extranjeros y misioneros cristianos.

El grupo, responsable de los peores actos terroristas en Filipinas, reclamó el doble ataque suicida perpetrado por dos yihadistas indonesios en enero de 2019 durante la misa dominical en la catedral de Jolo, capital de Sulu, en el que murieron 23 personas y más de un centenar resultaron heridas.

Aunque el terrorismo islamista no es nuevo en Filipinas, los ataques suicidas no son el "modus operandi" clásico de los grupos locales, una nueva amenaza en el país, que ya ha registrado cinco atentados de este tipo, generalmente reivindicados por el EI y llevados a cabo con el apoyo logístico de Abu Sayyaf.

Se cree que en Sulu hay unos 300 efectivos de Abu Sayyaf y varios terroristas extranjeros, muchos huidos del extinto califato del EI, que habrían llevado a Filipinas una versión más radical de la yihad.