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Brasil sufre el peor azote del covid desde el comienzo de la pandemia

Algunas ciudades vuelven a imponer duras restricciones y Sao Paulo ha entrado en fase roja

Entierro de una persona fallecida por coronavirus en el cementerio de Porto Alegre. DIEGO VARA/REUTERS

Los brasileños son las personas que más soledad y tristeza sienten en el mundo, seguidos por los turcos e indios, según una reciente encuesta de Ipsos. «Se ha sufrido mucho en la pandemia. El espantoso número de contagios y muertes, ayudan a explicar este sentimiento», considera el consultor Marcos Calliari. «¿Cuánto tiempo estarán llorando? Tenemos que afrontar los problemas», dijo el presidente Jair Bolsonaro, como si respondiera a los encuestados. «Parece que en este país solo se muere de covid-19», añadió.

El gigante sudamericano cerró la semana pasada con un promedio de decesos diario cercano a 1.400 y un pico de 1.910, un récord desde el inicio de la pandemia. La cantidad total de fallecimientos es de 261.188 y, a este ritmo, cerrará marzo con 300.000 casos fatales. Unos 11 millones de brasileños se han infectado. La segunda ola se presenta con su rostro más voraz. En varios hospitales se repite una escena tan anticipada como temida: los médicos de terapia intensiva deben elegir a los pacientes que pueden tener acceso a esas salas desbordadas. Hasta el momento, se han vacunado unos ocho millones de ciudadanos en un territorio ocupado por casi 210 millones. La crisis ha obligado a las grandes ciudades a volver a los días de las restricciones más severas. Sao Paulo, el motor económico de Brasil, ha entrado en fase roja. El gobernador João Doria ha asegurado que el país se encuentra al borde del colapso: «Es una tragedia tener un presidente negacionista».

Desde el principio

Según Bruno Boghossian, columnista de Folha de Sao Paulo, Brasil descubrió pronto «la cantidad de daño que un presidente podría causar en una pandemia mortal». Desde un principio, Bolsonaro «alentó aglomeraciones, realizó campañas de desobediencia a las medidas de protección, difundió información falsa sobre el virus, distribuyó medicamentos ineficaces contra la enfermedad y obstaculizó la adquisición de vacunas». Mientras gobierne, «seguirá causando estragos», añade.

Bolsonaro, sobre los ciudadanos asustados por el virus: "¿Cuánto tiempo estarán llorando?"

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La aprobación del presidente aparece como nunca antes por debajo del nivel del 30%, de acuerdo con una reciente encuesta de IPEC. Solo un 28% de los entrevistados le aprueban. IPEC subraya que el electorado evangélico es la principal base de apoyo de Bolsonaro.

El PIB ha caído más de cuatro puntos en el año 2020. Desde comienzos de 2021 se ha desatado una fuerte inflación. El alza de los precios y la reducción de la actividad económica han sido también parte del telón de fondo que precedió a la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, cinco años atrás. El Congreso ha recibido decenas de llamamientos de juicio político contra el mandatario. El más reciente fue suscrito por los profesionales de la salud, quienes le acusan de haber cometido delitos de responsabilidad durante la pandemia.

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Sin salida a la vista

Pero el horizonte de un «impeachment» se ha desdibujado por dos razones. De un lado, Bolsonaro ha recurrido al «centro político» para blindarse. Les ha dado cargos y prebendas que, por ahora, le garantizan cierta lealtad en la legislatura. El otro factor es el militar. «El Gobierno se convirtió en una especie de cuartel. Todos están armados, oficiales y soldados en todas partes. Con cada año que pasa, el número de militares que ocupan puestos de confianza en la Administración pública, en puestos estratégicos o no, en ministerios o empresas estatales aumenta drásticamente», señala el semanario Istoé. Esta prevalencia ni siquiera tuvo lugar durante la última dictadura (1964-85).

Los uniformados comandan 16 de las 46 empresas estatales, entre ellas Petrobras. Once ministros provienen de las instituciones castrenses, entre ellos el general Eduardo Pazuello, quien fue designado al frente de la cartera de Salud sin ninguna experiencia en la materia.

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