El presidente del Instituto de Previsión Social (IPS) de Paraguay, Andrés Gubetich, renunció este miércoles ante las denuncias de un presunto desvío de medicamentos de la institución, en medio de la crisis sanitaria que atraviesa el país por falta de insumos para pacientes graves de covid-19.

La renuncia fue confirmada esta noche a través de un decreto del jefe de Estado, Mario Abdo Benítez, que designa a un miembro del Consejo del IPS, Vicente Mario Bataglia, en sustitución de Gubetich, que ejercía el cargo desde agosto de 2019.

La administración de Gubetich está en la mira de la Fiscalía después de que familiares de pacientes de cuidados intensivos de hospitales públicos denunciaron haber comprado drogas costosas del vademécum del IPS, de distribución gratuita a pacientes del sistema.

Gubetich alegó que los fármacos en cuestión fueron donados al Ministerio de Salud para hacer frente al desabastecimiento y el abarrotamiento de la sanidad pública por la pandemia, algo que fue rechazado por las autoridades sanitarias.

Su alejamiento se produce en momentos en que una comitiva fiscal se instaló este miércoles en la sede del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram), en Asunción, para investigar la venta ilegal de fármacos en este centro de referencia en la lucha contra la pandemia.

La falta de medicamentos y la alta exigencia en los hospitales públicos del país han derivado en un descontento social expresado desde la pasada semana en protestas diarias para exigir la renuncia de Abdo Benítez, del conservador Partido Colorado.

Para descomprimir el ambiente, el gobernante respondió con una remodelación ministerial, relevando a varios de sus colaboradores, entre ellos el ministro de Salud, Julio Mazzoleni, a quien se acusa además por el retraso en la llegada de las vacunas.

Paraguay es uno de los países más rezagados de América Latina en la inmunización de sus ciudadanos, con 4.000 dosis rusas aún sin administrar en el personal de blanco más expuesto, mientras se inicia la distribución de otras 20.000 donadas por Chile, también para los profesionales sanitarios. Ello en medio de la alerta roja declarada el martes por el Ministerio debido al aumento sostenido y récords de contagios con un llamado a "tomar conciencia y evitar situaciones que pueden llevar al sistema de salud a un colapso".

El epicentro de la disparada de contagios se centra en Asunción y el departamento Central, que limita con la capital del país, aunque en las últimas semana se han advertido altos niveles de infección en Alto Paraná (este), limítrofe con Brasil, e Itapúa (sur), en la frontera con Argentina.

El parte diario de la cartera reportó este miércoles un acumulado de 174.013 contagios y 3.387 fallecidos tras los 27 certificados en la fecha, mientras que desde hace varios días la cifra de positivos se mantiene por encima de los 2.000. La situación es atribuida por las autoridades al relajamiento social.