La duquesa de Sussex, Meghan, esposa del príncipe Enrique, ha presentado una queja formal ante el regulador británico de las telecomunicaciones (Ofcom) por los comentarios que lanzó sobre ella el periodista estrella Piers Morgan, uno de los rostros más conocidos de la televisión matutina del Reino Unido.

El responsable del programa 'Good Morning Britain' se vio obligado a dimitir el martes tras afirmar en directo que no creía "ni una palabra" del testimonio que ofreció Meghan en una entrevista con la entrevistadora estadounidense Oprah Winfrey.

Entre otras afirmaciones, la esposa de Enrique, que es mestiza, aseguró que algún miembro de la familia real británica ha expresado "preocupación" por el color de la piel de su hijo, Archie, y sugirió además que llegó a tener pensamientos suicidas mientras residía en el Reino Unido.

El Ofcom, que ha recibido en torno a 41.000 quejas por las palabras de Morgan en su programa matinal, confirmó este viernes que una de ellas ha sido remitida "en nombre de la duquesa de Sussex".

El príncipe Guillermo, hermano de Enrique, ha sido hasta ahora el único 'royal' que se ha defendido personalmente de las acusaciones de supuesto racismo, al esgrimir ante la prensa esta semana que su familia "no es racista, ni mucho menos". La reina Isabel II, por su parte, indicó a través de un portavoz del palacio de Buckingham que si bien las acusaciones son "preocupantes", serán abordadas "en privado".

La soberana británica hizo este viernes su primera aparición pública tras la polémica entrevista. Lo hizo de forma virtual durante un evento con escolares en el marco de la Semana de la Ciencia Británica. Durante el acto, expertos mostraron a la reina imágenes de un meteorito hallado recientemente en la región inglesa de Glucestershire, ante lo que la monarca se mostró "contenta de que no golpeara a nadie" al caer a la Tierra. También comentó su encuentro en 1961 con el cosmonauta ruso Yuri Gagarin, el primer hombre que viajó al espacio, que rememoró como "particularmente fascinante".