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Crisis del coronavirus

Una Europa de taifas ante AstraZeneca

La campaña de vacunación antiCOVID es la mayor realizada por la humanidad hasta la fecha

Los reinos de taifas de la península en los siglos XI y XII que buscaban regirse de manera independiente frente al Califato de Córdoba rompieron la unidad árabe en la época. En nuestros días, el símil bien vale para describir el mapa europeo, incluidas las islas británicas, en la vacunación contra el COVID y, sobre todo, en una respuesta ante los perturbadores y raros casos de trombos entre gente vacunada con la dosis de AstraZeneca.

Se informa de que más de 30 millones de personas han recibido la vacuna de AstraZeneca en Europa. Las autoridades sanitarias británicas calculan que por cada millón de vacunados, cuatro personas podrían desarrollar un trombo.

La regla de tres aplicada nos daría un resultado de 120 casos en el continente, sin embargo la EMA (European Medicines Agency) ha informado de 169 casos de trombosis del seno venoso cerebral y de 53 trombosis venosa esplácnica entre los que se contabilizarían 18 fallecimientos hasta el 22 de marzo pasado. Pero a día de ayer, las cifras podían ser mucho mayores a esperas de una actualización oficial. Solo en Reino Unido se han contabilizado 19 muertes.

Finalmente, el Comité para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia Europeo (PRAC) ha concluido que “tras la administración de Vaxzeyria (la vacuna antiCOVID de AstraZeneca) pueden aparecer, muy raramente, trombosis en combinación con trombopenia, como trombosis de senos venosos cerebrales en abdomen y trombosis arterial”.

Los distintos estados miembros, alarmados, han ido tomando decisiones. Como respuesta, la comisaria europea de Sanidad, Stella Kyriakides, instó a los miembros de la UE esta semana a “hablar con una sola voz” sobre la vacuna de AstraZeneca. Sin embargo, se ha encontrado con su eco.

En Bélgica, acordaron suministrarla a los mayores de 55 años, por lo menos durante un mes hasta conocer los resultados de nuevas investigaciones. En los Países Bajos quedó suspendida para los menores de 60 años mientras que en Suecia y Finlandia solo se puede poner a los de 66 años en adelante.

España e Italia

En Italia acordaron esta semana que se administrará la vacuna de AstraZeneca a los mayores de 60 años mientras que en España se facilitará a los que tengan entre 60 y 69. No obstante, ayer el departamento de Salud de la Generalitat confirmaba que el pasado 25 de marzo falleció una persona de 63 años de edad en Cervera (Lleida) a las pocas horas de recibir la primera dosis de la vacuna contra la COVID-19 de AstraZeneca, según informa EFE, que recuerda otro caso de esta misma semana en el municipio leridano, Tàrrega, donde un vecino de la localidad con 65 años de edad murió poco más de una hora después de recibir la dosis de la vacuna de AstraZeneca.

Otras personas en diferentes comunidades han tenido que ser ingresadas por trombos desde el inicio de la campaña de vacunación. Algunas fallecieron. En Italia, también se ha investigado el fallecimiento de varias personas tras recibir dicha vacuna sin encontrarse de momento correlación, según las autoridades .

Alemania

El estado germano decidió suspender el uso de AstraZeneca en aquellos ciudadanos que no lleguen a los 60 años de edad por el riesgo de raros coágulos en sangre.

Solo podrán recibirla por debajo de esta edad si así lo consideran los doctores tras una exploración y análisis de riesgo individual. Además, el Paul Ehrlich Institute ha registrado 31 casos de trombosis cerebral entre las personas que recibieron la vacuna de AstraZeneca en Alemania, casi todos en mujeres jóvenes y de mediana edad. Entre estos casos, se contabilizaron nueve muertes atendiendo a las cifras de finales de marzo, según The Wall Street Journal.

Francia y Canadá

En ambos países, la vacuna de AstraZeneca se reservará solo para los mayores de 55 años. La decisión no tranquiliza a la población. Le Monde informaba el martes de la tercera denuncia de una familia tras la muerte de un familiar después de recibir el pinchazo. Un hombre de 63 años falleció de múltiples trombos tras recibir la primera inyección de la vacuna. Otra persona muerta fue una mujer de 38 años en Nantes además de un estudiante de Medicina.

Reino Unido

Hasta finales de marzo, más de 20 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca contra el COVID fueron suministradas en Gran Bretaña. Las autoridades sanitarias confirmaron que 79 personas habrían registrado inusuales trombos tras recibir la vacuna de Oxford-AstraZeneca en Reino Unido. De esta cifra, 19 fallecieron. Ayer mismo, la BBC informaba de que, a la población por debajo de los treinta años ,se le va a ofrecer una alternativa a la vacuna Vaxzevria. No obstante, el regulador sanitario británico (MHRA) no ha recomendado restricciones por edad en el uso de dicha vacuna.

Alerta ante los siete síntomas clave

Sanidad recalca a ciudadanos y profesionales de la salud que “estén vigilantes” a la aparición de signos o síntomas que sugieran un acontecimiento tromboembólico, ya que es muy importante el diagnóstico y tratamiento “temprano”. Los síntomas ante los que se debe estar alerta son dificultad para respirar, dolor en el pecho, hinchazón o dolor en una pierna, dolor abdominal persistente, dolor de cabeza intenso y persistente o que empeoren más de tres días después de ser vacunada, visión borrosa o doble, múltiples hematomas pequeños así como manchas rojizas o violáceas en la piel más allá de la zona del pinchazo. A mayores, algunos expertos recalcan la necesidad de contar con un análisis de sangre para determinar el recuento de plaquetas prestando atención a los niveles bajos de estas dentro de las dos semanas siguientes a la vacunación.

¿Cómo un vuelo de larga distancia?

Desde las autoridades sanitarias hacen hincapié en que dejar de vacunar con AstraZeneca supondría un mayor número de muertes, por la enfermedad del coronavirus, que la cifra de fallecimientos por trombos. El ministro de Sanidad británico equiparó ayer los riesgos de AstraZeneca con un vuelo de larga distancia El político, Matt Hancock, insistió en que los beneficios de la vacunación “superan por mucho a los riesgos”. Hancock recordó que tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como los reguladores de la UE y Reino Unido abogaron por seguir utilizando la vacuna de AstraZeneca. No obstante, las investigaciones alrededor de la vacuna prosiguen.

Tras la pista de un nuevo síndrome, el VIPIT, como posible causa de los trombos

El Ministerio de Sanidad recoge en su web que el Comité para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia Europeo (PRAC) recalca que no se han identificado factores de riesgo específicos para la aparición de trombos tras recibir la vacuna de AstraZeneca, aunque sí baraja una hipótesis: “Un posible mecanismo que podría explicar estas reacciones adversas sería de tipo inmunológico, similar al conocido para la trombocitopenia inducida por heparina (HIT por sus siglas en inglés; TIH, en castellano)”.

La heparina es un fármaco anticoagulante que se suministra a las personas cuando van a pasar largos periodos encamadas con el fin de evitarles trombos. A veces, individuos a tratamiento con heparina sufren una reacción adversa por formación de anticuerpos contra el complejo heparina-factor plaquetario 4 que secundariamente activa las plaquetas y la coagulación y finalmente produce un aumento en la formación de trombina”, señala la Revista Española de Cardiología. La trombina es una proteína que favorece la formación de coágulos o trombos. Desde la Universidad de Greifswald en Alemania, el equipo de Andreas Greinacher acaba de publicar una investigación al respecto donde bautiza los episodios de trombos acaecidos en algunas personas vacunadas con la inyección antiCOVID de AstraZeneca como Síndrome de Trombocitopenia Inducida por la Vacuna (VIPIT). En su estudio, pendiente de la revisión por pares, sugieren que estos eventos de trombos se semejan al desorden HIP, trombocitopenia inducida por heparina, que es “tratable” si se identifica “pronto”. La diferencia radica en que ninguno de los nueve pacientes estudiados había recibido heparina antes de registrar los síntomas del síndrome. Tras estudiar la situación de nueve pacientes vacunados con AstraZeneca y que presentaron trombosis entre los cuatro y 16 días después de recibir la vacuna y de los que cuatro fallecieron, concluyeron que la vacuna de AstraZeneca estaría asociada en algunos individuos con el desarrollo de un desorden protrombótico que clínicamente se parece al TIH pero que ofrece un perfil serológico diferente. El VIPIT surgiría inducido por una reacción inmune que activa la agregación de plaquetas que formarían trombos.

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