El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, instó este miércoles a la oposición republicana durante su primer discurso ante las dos cámaras del Congreso a que se una a los demócratas para restringir el acceso a las armas. "No quiero ser beligerante ni nada, pero necesitamos que más republicanos se unan a la inmensa mayoría de sus colegas demócratas para cerrar las lagunas legales e imponer verificaciones de antecedentes para comprar un arma", dijo el presidente. El líder estadounidense sostuvo que el problema de las armas, que definió como un "derramamiento de sangre diario", no debería ser un asunto partidista. "No me digan que no se puede hacer. Lo hicimos en el pasado, y funcionó", añadió Biden, que también defendió prohibir los rifles de asalto y los cargadores de alta capacidad, armas y dispositivos habituales en los tiroteos masivos.

Además de pedir a los republicanos apoyar un mayor control de las armas, les instó a reactivar la ley contra la violencia de género, que permitiría requisar las armas a los abusadores, que de media matan a más 50 mujeres al mes.

Pide que ricos y grandes empresas paguen "su parte justa"

El presidente también consideró este miércoles que "ya es hora" de que las grandes corporaciones y los más ricos del país, que son un 1% "paguen su parte justa" de impuestos. "Solo la parte justa", reiteró Biden en su discurso, en el que señaló que las fortunas y las grandes empresas tienen que ayudar pagando con sus impuestos las inversiones públicas que su gobierno se propone acometer.

Biden señaló que un reciente estudio asegura que el 55% de las grandes empresas pagó "cero" impuestos federales el año pasado, y lograron 40.000 millones de dólares en beneficios, mientras que muchas evadieron impuestos o se acogieron a beneficios y deducciones por emplear a sus trabajadores en otros países. "Y eso no está bien", denunció.

Tras explicar que los que ganan 400.000 dólares o más al año volverán a tributar el 39,6%, como estaba durante la Presidencia del republicano George W. Bush (2001-2009), aseguró que el Gobierno acabará con los resquicios que permiten a los más ricos pagar muy por debajo de lo que deberían según sus ganancias, y advirtió de que el departamento de Hacienda actuará con mano duda con los millonarios que pretendan "engañar" sobre sus ganancias.

Con la subida de los impuestos a los más ricos el Gobierno de Biden quiere sufragar su plan familiar, con medidas sociales por 1,8 billones de dólares, y con el alza de la tributación a las grandes compañías se propone financiar el Plan de Empleo o Plan de Infraestructuras, con más de dos billones de inversiones y la creación de millones de empleos para financiar las infraestructuras del país.

Inmigración

Biden instó este miércoles a ponerle fin a "la agotadora guerra" partidista sobre la inmigración durante el primer discurso de su mandato ante las dos cámaras del Congreso. El mandatario, además, instó al Legislativo a aprobar su reforma migratoria que busca regularizar a los 11 millones de inmigrantes irregulares que viven en el país, un proyecto que está estancado en el Senado ante la falta de apoyo de la oposición republicana. "Si creen que necesitamos una frontera segura, apruébenla. Si creen en una vía hacia la ciudadanía, apruébenla. Si realmente quieren resolver el problema, les he enviado el proyecto, ahora apruébenlo", afirmó Biden.

El líder demócrata dijo que "durante más de 30 años los políticos han hablado sobre la reforma migratoria y no han hecho nada" y sostuvo que "ha llegado el momento de resolverlo".

Pese a esa defensa inicial de su reforma migratoria, Biden pareció renunciar al proyecto maximalista al tender la mano a los republicanos moderados, a los que necesita para aprobar cualquier iniciativa, y les instó a priorizar a ciertos grupos. "Si el Congreso no va aprobar mi plan, al menos aprobemos en lo que estamos de acuerdo", dijo Biden, al citar a los jóvenes conocidos como "dreamers" (soñadores), a los trabajadores agrícolas y a los beneficiarios de los programas Estatus de Protección Temporal.

La reforma migratoria que propuso Biden en su primer día en el poder contempla un proceso de ocho años para que los 11 millones de indocumentados del país logren la ciudadanía. Ante la dificultad de conseguir los diez votos republicanos que necesitan en el Senado, los demócratas están intentando impulsar esa reforma por partes, y han empezado por un proyecto de ley para proteger a los "soñadores" y otro para regularizar a trabajadores agrícolas indocumentados, ambos ya aprobados en la Cámara Baja.

Desde la llegada de Biden al poder en enero, Estados Unidos ha registrado además cifras récord de detenciones de indocumentados en su frontera con México, con más de 172.000 en marzo, entre ellos casi 19.000 menores, un dato sin precedentes. El Gobierno de Biden ha recibido críticas porque muchos menores que han cruzado la frontera se han quedado más tiempo del permitido por ley en centros de detención gestionados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense (CBP, en inglés), que no están diseñados para niños.

Un aviso a Putin

El presidente estadounidense envió este miércoles un aviso a su homólogo ruso, Vladímir Putin, al que le alertó de las "consecuencias" ante cualquier escalada y aseguró que no busca el "conflicto" con China, aunque da la bienvenida a la "competición". Biden hizo referencia a sus recientes conversaciones con Putin y con el presidente chino, Xi Jinping. "He dejado absolutamente claro que defenderé los intereses de los estadounidenses en todos los ámbitos", prometió.

Aseguró que EEUU no tolerará "injustas" prácticas comerciales de China que perjudican a los trabajadores estadounidenses y prometió que mantendrá una fuerte presencia militar en el Indopacífico, de la "misma forma" que Washington hace en Europa con la OTAN. También aseguró que EEUU se mantendrá firme en su compromiso para defender los derechos humanos en todo el mundo, también en China, quien considera esos intentos como una injerencia de Washington.

Sobre Rusia, aseguró que no quiere una "escalada" pero avisó a Putin que las "acciones tienen consecuencias". Recordó que su Gobierno sancionó en abril a Rusia por su presunta interferencia en las elecciones presidenciales de 2020 y su supuesto papel en el ciberataque masivo de SolarWinds, además de haber impuesto castigos relacionados con las acciones rusas en Ucrania y Afganistán.

Diplomacia y disuasión severa para Irán y Corea del Norte

Biden aseguró este miércoles que su país trabajará con sus aliados para afrontar las amenazas que suponen Irán y Corea del Norte utilizando la diplomacia y "la disuasión severa". El presidente indicó que los programas nucleares iraní y norcoreano "presentan una seria amenaza para la seguridad de EEUU y del mundo", durante el primer discurso de su mandato ante las dos cámaras del Congreso.

En su alocución el mandatario mencionó también la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán, que estará completada para el próximo septiembre cuando se cumple el vigésimo aniversario de los ataques del 11-S, y subrayó que esta guerra nunca debería haber durado tanto.

Biden repitió en varias ocasiones la palabra "consenso" y aseguró que su país está "de vuelta" para ayudar a sus aliados y hacer frente a amenazas conjuntas, como el terrorismo y el cambio climático.

Reforma policial

El demócrata instó este miércoles a la oposición republicana en el Legislativo a que apruebe el proyecto de reforma de la Policía en mayo, coincidiendo con el primer aniversario del asesinato de George Floyd. "La nación apoya esta reforma. El Congreso debe actuar", aseguró Biden durante el primer discurso de su mandato ante las dos cámaras del Congreso.

"Cada pinchazo es una dosis de esperanza"

Biden pidió este miércoles a todos los estadounidenses que superen las dudas y se vacunen cuanto antes, porque "cada pinchazo es una dosis de esperanza". El presidente de EEUU defendió su lucha contra la pandemia de la covid-19 en los cien primeros días de su mandato, que se cumplen este jueves. "Nuestro progreso de estos últimos cien días contra una de las peores pandemias de la historia es uno de los mayores logros logísticos que ha visto jamás nuestro país", afirmó Biden. Además, prometió que su país será un "arsenal de vacunas" para el resto del mundo y jugará un papel de liderazgo similar al que desempeñó durante la Segunda Guerra Mundial. "Nosotros nos convertiremos en un arsenal de vacunas para otros países, igual que EEUU fue el arsenal de la democracia durante la Segunda Guerra Mundial", dijo el mandatario en su primer discurso ante las dos cámaras del Congreso.

Biden proclamó que "EEUU ha vuelto" a la escena internacional y se comprometió a ayudar a otras naciones a hacer frente a la pandemia, porque "no hay un muro suficientemente alto para dejar fuera al virus".

Defiende a los sindicatos

Biden defendió este miércoles la labor de los sindicatos del país y subrayó que "Wall Street no construyó este país", sino que fue "la clase media". "Y los sindicatos construyeron la clase media", subrayó. En su discurso hizo esta defensa férrea de las organizaciones de trabajadores y del derecho a pertenecer a un sindicato. Por eso pidió al Congreso que apruebe su propuesta para defender las organizaciones sindicales y el derecho a pertenecer a ellas.

LGTBQ y víctimas de la violencia de género

Biden pidió este miércoles a las dos cámaras del Congreso que apoyen al Gobierno en su empeño por proteger a la comunidad LGTBQ y también a las víctimas de la violencia de género, en este último caso restringiendo el acceso a las armas de sus atacantes. En su primer discurso ante una sesión conjunta de la Cámara de Representantes y el Senado, Biden reclamó volver a aprobar la ley de violencia contra las mujeres que estuvo en vigor durante veinticinco años en este país y subrayó que volver a reactivar esa norma acabaría con el denominado "resquicio del novio" -un vacío legal en la normativa de control de armas que permite su acceso a los condenados por abuso o acoso a sus exparejas-.

Tras señalar que más de cincuenta mujeres son asesinadas al mes con armas de fuego a manos de su parejas, insistió en que pedir el apoyo del Congreso. "Aprueben la ley y salven vidas", dijo. El mandatario estadounidense también se dirigió a la comunidad transgénero, especialmente a los "valientes" jóvenes de entre este colectivo. "Quiero que sepan que el presidente los apoya", dijo en este discurso marcadamente social.