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Un movimiento misógino violento, tras la masacre de Plymouth

Tributo floral en la calle en la que Jake Davison asesinó a cinco personas el pasado 12 de agosto.

A las 6 de la tarde el pasado 12 de agosto los vecinos del barrio de Keyham, a las afueras de Plymouth, en el suroeste de Inglaterra, escucharon varios disparos en una vivienda. La puerta de la casa se abrió de golpe y un hombre armado con un rifle salió a la calle disparando a quien encontraba a su paso. En un parque cercano terminó pegándose un tiro después de dejar un reguero mortal de sangre.

Antes de acabar con su vida, Jake Davison, de 22 años, había terminado con la de otras cinco personas, incluida una niña de tres años y su padre. La primera en morir había sido su madre, Maxine Davison, de 51 años, con la que vivía. La policía habló en un primer momento de "incidente doméstico" descartando la huella del terrorismo, pero a medida que se ha ido conociendo la personalidad y contactos del asesino lo ocurrido ha tomado otro cariz.

Davison era un hombre acomplejado, una mole de 1,80 de altura y 120 kilos de peso sin éxito con las mujeres, que había encontrado un trabajo colocando andamios. Aficionado a los videojuegos violentos desde la infancia, tomaba esteroides y en su cuenta en YouTube se quejaba de su físico, su falta de atractivo, hablaba de su aislamiento y las dificultades insalvables para relacionarse con las chicas. La policía halló contactos de Davison en las redes sociales con foros de un movimiento extremista de hombres llamado Incel, abreviatura de la expresión inglesa "involuntarily celibate" (celibato involuntario), que culpa a las mujeres de no querer mantener relaciones sexuales con ellos, relaciones a las que creen tener derecho sin más. El asesino había comentado en uno de esos foros que se sentía "amargado y celoso" y que las mujeres "tienen cero respeto a los hombres y no les tratan como seres humanos". En un mensaje cinco días antes del ataque decía tener "derecho" a "una novia de 16 o 17 años".

Resentimiento y narcisismo

Los expertos en estudios de radicalización describen Incel como una subcultura misógina y extrema de hombres cargados de resentimiento, narcisismo y autocompasión. Un movimiento procedente de Estados Unidos, que forma parte de lo que se ha dado en llamar "derecha alternativa" y ha sido vinculado con otros tiroteos. En 2014 en California un simpatizante de los foros de Incel mató a seis personas e hirió a 13 más antes de suicidarse. Cuatro años más tarde, otro arrolló en Canadá a un grupo de peatones dejando 10 muertos y 14 heridos. Ambos habían colgado previamente mensajes misóginos en internet.

El tiroteo indiscriminado de Plymouth ha sido el peor en una década en Gran Bretaña, donde el uso de armas de fuego está muy regulado, pero no lo suficiente como se está viendo. Davison poseía un permiso para el rifle con el que perpetró sus crímenes. La policía tendrá que explicar por qué lo poseía y, peor aún, por qué se lo devolvieron en julio, después que le fuera retirado en diciembre a causa de una agresión ocurrida tres meses antes. Le devolvieron la licencia y el arma a pesar de que su madre y otros familiares había alertado del estado mental del joven. De acuerdo con The Times10 mujeres han muerto en los últimos nueve años por los disparos de sus parejas, en posesión de licencia de armas de fuego a pesar un historial de denuncias por abuso doméstico y graves problemas de salud mental.

Nazir Afzal, antiguo fiscal de la Corona para el noroeste de Inglaterra afirma que Davison era "exactamente el tipo de persona que hay que vigilar". En una entrevista en la BBC se preguntaba si la policía se toma suficientemente en serio los comentarios violentos contra las mujeres en las redes sociales y sugiere que sean investigados con las mismas herramientas empleadas en la lucha antiterrorista, para prevenir futuras tragedias. "Hay que pensar qué hacer con estos hombres, porque siempre son hombres. Qué hacer con lo que dicen 'on line', ver cómo se han radicalizado y qué implica esa radicalización".

De momento, y mientras las investigaciones sobre el suceso de Plymouth continúan, se han propuesto algunos cambios. Uno es la obligación de indagar las actividades en las redes sociales del demandante de un permiso de armas. Otro, el que el solicitante se someta a un chequeo de su salud mental.

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