Un total de nueve personas han fallecido este miércoles en diferentes localidades francesas frente a las costas del Mediterráneo debido al fuerte oleaje y la mala climatología de la zona. En concreto, dichos accidentes han tenido lugar en Hérault, Aude y Bouches-du-Rhone, situados en el extremo sureste del país, entre Marsella y Perpiñán, en la frontera entre Francia y España, tal y como ha informado la cadena de televisión BFM.

Además de los nueve fallecidos, otras dos personas han resultado heridas, mientras que hay otro ciudadano desaparecido, según han informado las autoridades de la zona, recoge el diario local 'La Depeche du Midi'.

El fuerte oleaje, sumado a las intensas rachas de viento que azotan la costa y que intensifican las corrientes marinas, han llegado a poner en peligro a la propia Sociedad Nacional de Salvamento Marítimo francesa (SNSM). "El mar está tan difícil que nuestra embarcación podría haberse volcado mientras salíamos a rescatar a una persona que estaba en peligro. Nos sorprendió pero por suerte no fue a más. Nos dimos un gran susto", ha apuntado un empleado de SNSM al diario.

Es por esto que la autoridad marítima, los Bomberos y la Gendarmería han pedido a los ciudadanos que no acudan a las playas durante estos días. "Las condiciones climáticas con el mar cálido, grandes olas que parecen juguetonas y arrastradas por el viento, sumado a la ausencia de lluvias conducen a una alta frecuentación en las playas pero no evitan el peligro ligado a las corrientes", han explicado los Bomberos de Herault en un comunicado.

Con el fin de la temporada de verano las playas de Francia ya no están bajo la constante vigilancia de los socorristas, por lo que incluso en algunas zonas se ha tomado la decisión de prohibir el baño por la tarde debido a estas malas condiciones climáticas.