Un juez de Texas ha dictaminado este jueves que la ley estatal que prohíbe el aborto a partir de las seis semanas es inconstitucional porque permite a ciudadanos privados demandar a los proveedores de servicios de aborto.

David Peeples, un juez estatal de la ciudad de Austin, capital del estado de Texas, el segundo más poblado de Estados Unidos, se ha pronunciado sobre el método de aplicación que emplea la ley, aunque es poco probable que se lleve a cabo debido a que el Tribunal Supremo todavía está deliberando sobre dos impugnaciones a la ley.

La ley fue diseñada para evitar los medios normales de impugnación legal, porque en lugar de responsabilizar a los funcionarios estatales de hacer cumplir la ley, da a los particulares en cualquier lugar el derecho de demandar a los médicos y otras personas que realizan abortos después de seis semanas en Texas.

Por su parte, el grupo anti-aborto Texas Right to Life ha anunciado que presentará una apelación contra el fallo, según ha dicho el director de la organización, John Seago, tal y como recoge el diario local 'Texas Tribune'.

Pese a que el aborto era legal en Estados Unidos desde 1973, el estado de Texas aprobó la ley en septiembre basándose en el llamado "latido del corazón fetal", según recoge la cadena 'NBC News'. Así, se convirtió en una de las más estrictas de Estados Unidos prohibiendo la interrupción del embarazo antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas.

Según la norma, el aborto está prohibido cuando se detecta un latido fetal, que a menudo es antes de que la mujer sepa que está embarazada. No hay una excepción por violación o incesto, aunque existe una excepción por "emergencias médicas".

También permite a los ciudadanos presentar demandas civiles contra cualquier persona que ayude a una mujer embarazada a abortar por violar la legislación. Es la primera vez que una ley que prohíbe el aborto a partir de las seis semanas entra en vigor.