El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, ha anunciado este lunes que el país ha decidido que la cumbre del G7 en 2023 se celebre en Hiroshima y ha argumentado que la ciudad, devastada por un ataque con bomba nuclear por parte de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, es la adecuada para enviar un mensaje de paz.

El anuncio de Kishida ha llegado en el marco de una visita al país por parte del presidente estadounidense, Joe Biden, quien previamente se trasladó a Corea del Sur. Según las informaciones facilitadas por la agencia de noticias Kiodo, el mandatario estadounidense ha aplaudido la decisión de elegir Hiroshima como sede.

Japón asumirá la Presidencia del G7 el año que viene, cuando recibirá el mandato de manos de Alemania, que actualmente está al frente del organismo en el formato rotatorio.

Durante su encuentro, Biden ha destacado el liderazgo de Kishida a la hora de responder a la invasión de Ucrania por parte de Rusia y su "determinación para fortalecer las capacidades de defensa de Japón". Así, ha dicho que "una alianza bilateral firme es el pilar de la paz y la estabilidad en la región del Indo-Pacífico", según un comunicado de la Casa Blanca.

"Ambos líderes se han comprometido a trabajar de cerca para hacer frente a los desafíos de seguridad, incluidos los programas nuclear y balístico de Corea del Norte y el comportamiento crecientemente coercitivo de China, que va contra el Derecho Internacional. Han acordado profundizar la cooperación en áreas como las tecnologías emergentes, la seguridad en la cadena de suministro y las energías limpias", ha remachado.