Río de Janeiro ha vuelto a estremecerse. Al menos 22 personas murieron durante un enfrentamiento entre integrantes del Batallón de Operaciones Policiales Especiales (BOPE) de la Policía Militar y narcotraficantes en Villa Cruzeiro, una de las 13 favelas que conforman el complejo la Penja, en la castigada zona norte de la ciudad maravillosa. Una habitante de ese barrio marginal perdió la vida por una bala perdida, mientras que los otros 21 abatidos son supuestos criminales.

Según informaron las autoridades cariocas, la operación tenía como objetivo detener a jefes del Comando Vermelho, una de las principales facciones criminales de Brasil. En febrero pasado perdieron la vida ocho personas en otro incidente entre delincuentes y policías en Villa Cruzeiro. El enfrentamiento de este martes ocurre un año después de los choques entre el BOPE y grupos narcos en Jacarezinho. En aquel mayo de 2021 se consumó en esa favela cercana la mayor matanza en la historia de la ciudad: allí perdieron la vida 28 personas, todos jóvenes negros. La llamada masacre de Jacarezinho provocó un revuelo que traspasó las fronteras brasileñas al punto de que Naciones Unidas llegó a exigir una investigación independiente.

Durante la operación de este martes, las fuerzas de seguridad se incautaron de siete fusiles, cuatro pistolas y 16 vehículos. El teniente coronel Ivan Blaz, portavoz de la Policía Militar, no descartó la posibilidad de una mayor cifra de fallecidos y nuevos decesos mientras prosiga la búsqueda de los delincuentes que huyeron.

Al escuchar el primer disparo, en horas de la madrugada, Cláudia Sacramento, una favelada de Villa Cruzeiro, supo de inmediato que todo empeoraría. "En las redes sociales avisaban que se acercaba la policía y había helicópteros dando vueltas. Mucha gente tiene miedo de salir, pero también de perder su trabajo. Hay empresarios que no les creen cuando dicen que hay tiroteos". Arthur Lucena, otro morador de la favela lamentó ante las cámaras televisivas las consecuencias de la operación. "No hay manera de salir de la casa".

Los números de la muerte

Según la Universidad Federal Fluminense, entre 2007 y 2021 se realizaron 17.929 operaciones en favelas de la región metropolitana de Río de Janeiro, de las cuales 593 derivaron en chacinas (carnicerías), como los medios cariocas llaman a esos episodios. En ellas se contabilizaron un total de 2.374 muertes. Los barrios marginales de la zona norte, en particular Jacarezinho, acumulan la mayor carga de dolor. Hubo 112 muertos en las 19 masacres ocurridas en la favela entre 2007 y 2021.

Durante el primer trimestre de este año, Río de Janeiro registró 760 homicidios, lo que representa una caída del 18% frente a los tres primeros meses de 2021 y la menor cifra para el período desde 1991, ha asegurado el Instituto regional de Seguridad Pública (ISP). El Gobierno de ultraderecha festeja esa reducción que tiene como contracara permanente el incremento de la "mano dura" contra los afrobrasileños pobres. De hecho, el presente año ha comenzado con la campaña 'Ciudad Integrada', a través de la cual se prevé la ocupación de algunas favelas por parte de las unidades del BOPE con el propósito no solo de frenar el avance de las facciones del narcotráfico sino de las organizaciones paramilitares conocidas como "milicias". Las denuncias de violaciones de los derechos humanos son corrientes.