Corea del Norte disparó hoy tres misiles aparentemente balísticos hacia el mar de Japón (llamado mar del Este en las dos Coreas), según informó el Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano. De hecho, el ejército surcoreano cree que el primero de los tres misiles era intercontinental, una prueba que vulneraría las leyes internacionales y que calificó de "grave provocación" que aumenta la tensión en la región. Según las estimaciones del Estado Mayor Conjunto surcoreano (JCS), el misil aparentemente balístico intercontinental (ICBM) habría recorrido unos 360 kilómetros a una altura máxima de unos 540 km, cálculos parecidos a los de las autoridades militares de Japón, que también detectaron los lanzamientos.

El primer disparo tuvo lugar sobre las 06:00 hora local (21:00 GMT del martes) y los otros dos en un lapso de unos 45 minutos, según el análisis del ejército sureño, que continúa con sus pesquisas y desplegó a sus cazas en respuesta al lanzamiento.

El test de misiles, el decimoséptimo de este tipo desde que empezó el año, llega al día después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, concluyera en Tokio una gira asiática que también le llevó a Corea del Sur, y que estuvo centrada en abordar los desafíos armamentísticos de Pionyang, entre otros temas. Las autoridades japonesas también detectaron los lanzamientos y afirmaron que los proyectiles cayeron fuera de aguas pertenecientes al espacio económico exclusivo de Japón, según recoge la cadena estatal NHK.

El primer ministro nipón, Fumio Kishida, afirmó que Japón "se encuentra recopilando más detalles" del ensayo de misiles y que el Gobierno "ha dado instrucciones para garantizar la seguridad de los barcos en toda la zona", en declaraciones recogidas por el citado medio. El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, convocó asimismo una reunión del Consejo de Seguridad Nacional para analizar el último test norcoreano y tratar de determinar de qué tipo de misiles balísticos se trató.

Los lanzamientos llegan después de que el pasado día 12 Pionyang disparara tres misiles que fueron considerados como balísticos y de corto alcance por el sur, también desde el área de Sunan en Pionyang.

Washington, Seúl y Tokio venían alertando desde hace semanas de que habían detectado preparativos de Pionyang para lanzar un misil balístico intercontinental (ICBM) de forma inminente. A esto se une el que el régimen lleva meses preparando el que sería su primer test nuclear desde 2017 en Punggye-ri (noreste del país), donde según los aliados todo está ya listo a falta de que el líder norcoreano, Kim Jong-un, elija el momento preciso para detonar un artefacto atómico.

Durante su visita a Corea del Sur el pasado fin de semana y su posterior viaje a Japón entre el domingo y el pasado martes, Biden destacó la necesidad de aumentar la capacidad de disuasión en la península coreana ante las provocaciones del Norte, aunque también dejó la puerta abierta al diálogo con Pionyang.