Papúa Nueva Guinea elige entre hoy y el 22 de julio a los 118 miembros del Parlamento Nacional, que formará el gobierno, bajo fuertes medidas de seguridad para evitar que se repita la violencia de los comicios de 2017, que se saldaron con más de 200 muertos.

Más de 10.000 agentes de la Policía y militares han sido desplegados en este país rico en recursos naturales y de difícil acceso, que tiene un largo historial de enfrentamientos tribales entre sus pobladores, la mayoría de ellos en situación de pobreza.

En estos comicios parten como favoritos el Partido Pangu, del actual primer ministro, James Marape, y el Partido del Congreso Nacional del Pueblo (PNC, siglas en inglés), del exmandatario Peter O'Neill, quien renunció en 2019 a su cargo a raíz del descontento frente a un polémico acuerdo de gas.

En la antesala de estos comicios, Papúa ya había registrado incidentes de violencia, uno de ellos en la localidad de Nipa-Kutubu, en el interior del país, en donde el jueves pasado un grupo de personas quemó la vivienda del legislador Jeffery Komal, según publicó hoy el diario Post Courier.

Además, dos grupos rivales arrojaron el mes pasado piedras y prendieron fuego en los vehículos de los candidatos del bando contrario en la localidad de Mt Hagen, en el centro de Papúa, en donde en los anteriores comicios murieron 204 personas.

Entonces, la violencia fue vinculada parcialmente a los conflictos tribales, exacerbados por el proceso electoral, de acuerdo con un informe publicado por la Universidad Nacional Australiana sobre los comicios de 2017.

Las elecciones en Papúa también pueden suponer un giro en el Parlamento, en donde actualmente todos sus miembros son varones, si son elegidas algunas de las 167 candidatas mujeres, que representan un 5 % de los 3.625 aspirantes a ocupar un asiento legislativo en los próximos cinco años, según la cadena australiana ABC.

Las elecciones en Papúa, que se independizó de Australia en 1975, cobran una importancia especial en el Pacífico tras la firma de un pacto de seguridad entre China e Islas Salomón en abril pasado, que generó temores en Camberra y Washington por la expansión de Pekín en esta estratégica región.

Durante sus respectivos gobiernos, Marape y O'Neill han dado la bienvenida a las inversiones chinas en Papúa, uno de los diez países del Pacífico con los que China mantiene relaciones bilaterales, y está incluido en un pacto de seguridad, comercio y cooperación que Pekín negocia, de momento sin éxito, con estas naciones.