La tensión se enquista en Cisjordania. Al menos cuatro palestinos han muerto y otros 44 han resultado heridos durante una incursión militar israelí en el campo de refugiados de Jenin, al norte de los territorios ocupados. Es la última de las redadas del Ejército israelí que lleva más de medio año intensificándolas. La ciudad de Jenin ha sido este miércoles escenario de tiroteos, detonaciones de explosivos en hogares, y paseos de excavadoras y vehículos blindados entre las callejuelas. Mientras, en Jerusalén Este, siguen los enfrentamientos entre soldados israelís y manifestantes palestinos tras la entrada de ultranacionalistas judíos en la Explanada de las Mezquitas.

Estamos aquí para el martirio”, grita una multitud de hombres sosteniendo en alto un cuerpo amortajado por los callejones de Jenin. “Para ti, [Dios], nuestras almas son baratas”, imploran al cielo. Estas cuatro nuevas víctimas se unen a los más de 97 palestinos asesinados por las fuerzas israelís en lo que va de año en Cisjordania. 2022 ya es el año más mortífero en los territorios ocupados desde los últimos siete. Israel afirma que la mayoría de muertos estaban enfrentándose violentamente con los soldados, pero Cisjordania, bajo ocupación militar desde el 1967, hierve.

Durante la mañana del miércoles, el Ejército israelí mandó comandos, algunos encubiertos, a la capital de la resistencia palestina para capturar a dos palestinos sospechosos de realizar emboscadas con armas, según ha anunciado la policía israelí. Cuando los soldados rodearon una casa en el campo de refugiados, el comunicado afirma que los palestinos abrieron fuego y detonaron una bomba, y recibieron disparos. La redada ha provocado enfrentamientos armados entre ambos bandos. Los palestinos lanzaron piedras y abrieron fuego contra las tropas israelís que mataron a otros dos palestinos e hirieron a al menos otros 44.

"Escalada peligrosa"

Por su parte, el partido Fatah del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, ha convocado protestas y una huelga general en Cisjordania por esta “escalada peligrosa”. Uno de los asesinados es Ahmed Alawneh, un oficial de inteligencia palestino de 24 años. La “política de escalada” de Israel no brindará “legitimidad, seguridad o estabilidad, ya sea en los lugares sagrados islámicos y cristianos o en Jenin”, ha denunciado Nabil Abu Rudeineh, un portavoz de Abás. 

A su vez, Jerusalén Este vuelve a ser foco de violencia. Cientos de judíos ultranacionalistas han ingresado en el complejo de la Explanada de las Mezquitas en la ciudad ocupada, bajo la protección de las autoridades israelís. Mientras, la policía israelí ha atacado a los palestinos reunidos en el complejo y ha impedido que otros ingresaran. Se han registrado heridos y algunos detenidos, entre ataques de las fuerzas israelís a mujeres, ancianos y periodistas. Este clima de tensión empieza a alarmar a las autoridades dentro y fuera de los territorios ocupados. 

Entre las incursiones israelíes nocturnas, los enfrentamientos, las muertes consiguientes, las detenciones y el vacío político bajo una Autoridad Palestina cada vez más impopular, hay miedo a que pronto esta violencia pueda convertirse en una tercera Intifada o levantamiento. “Tenemos una gran necesidad de miembros de los servicios de seguridad”, ha pedido un grupo paraguas de militantes locales en una declaración abierta dirigida a Abás. “Declarad la lucha y seremos vuestros soldados; este enemigo sólo conoce el lenguaje de la potencia de fuego”, ha añadido. Las próximas semanas serán claves en Palestina.