El Papa ya no anda con rodeos o malabarismos lingüísticos. La falta de avances hacia un horizonte de paz en Ucrania, siete meses después del inicio de la invasión rusa, ya no lo permiten. Así, Francisco ha decidido dirigirse directamente al presidente de Rusia, Vladimir Putin, para pedirle que pare “la espiral de violencia y muerte” en Ucrania, provocada por su “agresión” al país vecino. “Se lo ruego, también en nombre del amor por su propio pueblo”, le ha dicho el pontífice argentino a Putin.

La máxima autoridad de la comunidad cristiana más numerosa se ha expresado así en una intervención dedicada casi integralmente al conflicto ruso-ucraniano y realizada este domingo ante los fieles que le escuchaban en la plaza de San Pedro. Francisco ha dicho que considera que es “absurdo” que la humanidad esté ante el peligro de una guerra nuclear, con “consecuencias incontrolables y catastróficas a nivel mundial”. “Después de siete meses de hostilidades, se deben utilizar todas las herramientas diplomáticas, incluso las que hasta ahora no se han utilizado, para poner fin a esta terrible tragedia”, ha continuado. 

“¿Qué debe suceder aún”, se ha preguntado. “Callemos las armas y busquemos las condiciones para iniciar negociaciones capaces de conducir a soluciones no impuestas por la fuerza, sino consensuadas, justas y estables”, ha insistido, al condenar asimismo las recientes anexiones de territorios ucranianos por Rusia. "Lamento profundamente la grave situación de los últimos días, con nuevas acciones contrarias a los principios del derecho internacional", ha opinado. Esto "aumenta el riesgo de una escalada nuclear", ha continuado.

Según el Papa, se deben respetar “la soberanía y la integridad territorial de cada país, así como los derechos de las minorías”. Pero también es necesario llegar "ya" a un acuerdo para el cese de las hostilidades.

A la ONU y a la comunidad internacional

Por ello, también ha dicho que, aunque está “entristecido” por el “inmenso sufrimiento" que padece la población ucraniana, también solicita al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que se abra a “cualquier propuesta seria de paz”. Y, de igual manera, el prelado ha pedido a todos los actores políticos de la comunidad internacional y a la ONU que “hagan todo lo que esté a su alcance” para poner fin a la guerra y apoyar iniciativas de diálogo. 

Francisco se ha expresado de esta manera después de meses en los que ha progresivamente multiplicado sus mensajes de condena de la guerra en Ucraniaapartando el lenguaje diplomático que suele caracterizar a los líderes católicos, lo que en más de una ocasión provocó críticas de Kiev. “Es angustiante que el mundo esté aprendiendo la geografía de Ucrania a través de nombres como Bucha, Irpin, Mariupol, Izium, Zaporizhzhia y otros lugares, que se han convertido en lugares de sufrimiento y miedo indescriptibles”, ha razonado Francisco quien, en los pasados meses, también buscó -sin éxito- hacer frente común con el patriarca ortodoxo Kiril.