Educación y tecnología

Italia prohíbe los móviles durante las clases y los compara con la cocaína

El Gobierno de la ultra Giorgia Meloni argumenta que los teléfonos pueden conllevar adicciones y secuelas similares a las que provocan los estupefacientes más fuertes

Jóvenes utilizando teléfonos móviles.

Jóvenes utilizando teléfonos móviles. / Ferran Nadeu

Irene Savio

Ha sido un rumor a voces durante días, y al final se ha demostrado cierto. Los niños y adolescentes italianos ya no podrán usar sus teléfonos móviles durante las clases en las escuelas públicas y privadas. La única excepción será en los casos en los que los aparatos sean útiles a las actividades didácticas, inclusivas o formativas, pero siempre, en todo caso, bajo la supervisión de los docentes. La medida ha sido anunciada esta semana y ha entrado inmediatamente en vigor. 

"Los teléfonos móviles son como la cocaína", ha dicho Giuseppe Valditara, inspirador de la nueva regla y ministro de la Educación y del Mérito del Gobierno que lidera la ultraderechista Giorgia Meloni. Días atrás el ministro ya había empleado una retórica similar para defender su iniciativa. "Yo no digo que no puedas entrar a clase con tu móvil. Pero puedes dejarlo en la entrada o en todo caso fuera de la lección: vas a la escuela a estudiar no a chatear", afirmó en esa ocasión.

"Los teléfonos móviles son un elemento de distracción que no permiten seguir las lecciones de manera provechosa y son también una falta de respeto a los profesores, a los que es prioritario restituir la autoridad. El interés común que pretendo perseguir es el de una escuela seria, que vuelva a poner en el centro el aprendizaje y el empeño", consideró el político.

Sin sanciones

Eso sí, no se han previsto sanciones para los que no cumplan con la nueva regla, algo que los críticos consideran que la dejará en papel mojado. La razón de esto es que se apela al "sentido de responsabilidad", ha subrayado el Ministerio de Educación transalpino. "Invitamos también a los centros educativos a velar por el cumplimiento de la normativa vigente y a promover, en su caso, refuerzos normativos más estrictos y pactos de corresponsabilidad educativa", ha añadido. 

El ministerio ha justificado su medida también con un informe del Senado italiano, según el cual los teléfonos móviles puede conllevar adicciones y secuelas similares a los que provocan los estupefacientes más fuertes. "Tienen las mismas e idénticas implicaciones químicas, neurológicas, biológicas y psicológicas", se lee en este análisis sobre el impacto de la tecnología digital en los estudiantes, fechado 14 de junio de 2021.

"Hay daños físicos: miopía, obesidad, hipertensión, trastornos musculoesqueléticos, diabetes. Y están los daños psicológicos: adicción, alienación, depresión, irritabilidad, agresión, insomnio, insatisfacción, disminución de la empatía", continúa el texto. Pero "lo más preocupante es la pérdida progresiva de las facultades mentales esenciales, las facultades que durante milenios han representado lo que sumariamente llamamos inteligencia", sintetiza.

Profesores divididos

Los docentes se han dividido ante la decisión del Gobierno italiano. Aún así, algunos la han recibido con buenos ojos. "No veo ningún escándalo. También los docentes no tienen que usar estos teléfonos en clase", comentó Attilio Fratta, coordinador del sindicato Dirigenti Scuola, uno de los tantos que aglutinan al cuerpo docente en Italia. 

"Conozco a muchos educadores que usan el teléfono móvil para fines didácticos. Me parece bien. Para otras cosas, no se tiene que usar", añadió Fratta. "Hemos de educar sobre todo las familias, no se lleva el móvil a la escuela. Para cualquier emergencia, existen las secretarias de las escuelas", razonó. "El hombre es producto de la cultura: se educa", concluyó, al precisar que, sin embargo, ningún castigo tiene que ser "una humillación".