Expansión rusa en África

Inquietud en los mandos militares españoles por los movimientos de los mercenarios rusos en el Sahel

El grupo paramilitar Wagner retira 1.200 combatientes del Sahel para llevarlos a Ucrania y contrata sirios en su lugar

Manifestación en Bamako en febrero pasado. La gente celebra la retirada francesa con banderas rusas en las manos.

Manifestación en Bamako en febrero pasado. La gente celebra la retirada francesa con banderas rusas en las manos. / I. DURÁN / HADAMA DIAKITE

Juan José Fernández

En nueve años de expansión rusa en África, no ha trascendido un dato clave de la situación en el Sahel: el número real de mercenarios desplegados por la contratista Wagner en la franja más caliente del continente, allí donde Europa está siendo expulsada. Se ha llegado a barajar sin solvencia en fuentes europeas abiertas un pico de 5.500 a finales de 2021. Pero sí consta con más certeza a la cúpula militar española la retirada, desde marzo de este año, de 1.200 de esos efectivos para destinarlos a Ucrania.

Ese hueco –informan fuentes de Defensa- no está quedando vacío. A los “soldados blancos” de Wagner en Mali, Burkina Faso, Libia, Chad y República Centroafricana los está sustituyendo la firma paramilitar con otros que ya no hablan ruso, sino árabe. Son mercenarios sirios, excombatientes del ejército de Bachar Al-Assad en Damasco y Alepo. La mayoría entraron en contacto con la contratista en 2015, durante la segunda gran operación militar en la que Wagner -tras colaborar en la anexión de Crimea- puso a prueba su servicio al Kremlin.

Esta sustitución está "complicando más la estabilidad en la región”, explica a EL PERIÓDICO DE CATALUNYA, del grupo Prensa Ibérica, un alto jefe de las Fuerzas Armadas. Se complica porque Europa se retira, pero la yihad de las franquicias africanas de Al Qaeda y Daesh aumenta su libertad de movimientos pese a la presencia ruso-siria, pues rusos y sirios “no están ahí para combatir al terrorismo, sino para escoltar a las élites y proteger los recursos mineros, que son sus fuentes de ingresos”, explica.

Alude esta fuente militar española a la protección armada de minas de oro, plata y litio en el Sahel, especialmente aquellas en las que invierte el entramado financiero Alpha Group, en el que tuvieron participación los oligarcas Mikhail Fridman (en España tenía los supermercados Dia) y Petro Aven. El nombre del grupo inversor, por cierto, es casualmente el mismo que el de una legendaria unidad antiterrorista de las tropas especiales rusas.

La otra fuente de ingresos de Wagner en la zona, que se podría estar pagando también con minerales de alto valor, es la escolta a dirigentes de los gobiernos de Mali y Burkina Faso salidos, respectivamente, de los golpes de Estado de mayo de 2021 y enero de 2022. Son golpes de Estado celebrados por el oligarca dueño de Wagner, Yevgueni Prigozhin, como el "inicio de una era de descolonización".

Mandos militares españoles lamentan que la contratista "no está en el Sahel para combatir el terrorismo yihadista"

Más mercenarios…

La “técnica del golpe de Estado” fue descrita por el almirante Teodoro Esteban López Calderón, jefe del Estado Mayor de la Defensa, ante la Asamblea Parlamentaria de la OTAN en Madrid el sábado 19 de noviembre. Wagner “se va expandiendo a base de desestabilizar un país, propiciar el golpe de Estado y después ofrecerse a las nuevas autoridades para ayudarles a restablecer el orden” que ellos mismos han contribuido a romper.

Pero la empresa de mercenarios, pese a su expansión, también arrastra en la zona un corolario de fracasos. En 2019 no prestó gran servicio al gobierno de Mozambique en su guerra contra una rebelión islamista en la región de Cabo Delgado. Al año siguiente, en Libia, su aportación de 2.000 mercenarios de élite no llevó a su cliente, el mariscal nasserista Jalifa Belcasim Hafter, a derribar al gobierno de Unidad Nacional instalado en Trípoli.

En 2022 no ha parado los ataques yihadistas –si es que alguna vez se lo propuso- en los territorios donde apoya al gobierno, ni tampoco el paulatino avance de Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI) desde el Sáhara hacia el Golfo de Guinea, el área donde recalan nuevas rutas de descarga de cocaína americana con destino a Europa.

… y menos soldados

En el inmenso patio trasero de Europa, la mayor incubadora terrorista y de crimen organizado del planeta, Wagner tendría en este momento tantos hombres bajo mando directo como la Fuerza Conjunta G5 Sahel, que desde 2017 alista con poco éxito a 5.000 soldados regulares de Mauritania, Mali, Burkina Faso, Níger y Chad.

En ese escenario aborda Europa en 2023 una disminución notable de efectivos militares, después de que en 2022 Francia pusiera fin a su despliegue en las operaciones Barkhane y Takuba, y el gobierno de Mali entregara a Wagner la base de Tombuctú, que fuera de los paracaidistas franceses.

Ceremonia de cambio de bandera en la base de la operación francesa Barkhane en Tombuctú (Mali) el 14-12-2021.

Ceremonia de cambio de bandera en la base de la operación francesa Barkhane en Tombuctú (Mali) el 14-12-2021. / FLORENT VERGNES

Francia, Alemania y Chequia se apartan por detalles como ese, porque es raya roja para la UE –y también para España- que los soldados que han sido formados por Europa en las EUTM (EU Training Mission) no pasen a prestar servicio a Wagner.

La pasada semana, ante la Comisión de Defensa del Congreso, la ministra Margarita Robles anunció que España reducirá a la mitad sus efectivos en la zona, pese al mando de la misión en Mali que tiene previsto en febrero de 2023.

España, principal país aportador de militares del Ejército a la EUTM Mali (1.350 efectivos en 2022), y de guardias civiles para la formación de gendarmes antiyihadistas en la misión GAR-SI Sahel, recorta su presencia, pero el Gobierno -como también el alto representante europeo Josep Borrell- están en la tesis de que “no se puede abandonar Mali, pese a que se ha acercado a Rusia de forma muy evidente”. Las palabras son de la ministra Robles, que ha admitido que no contará con Francia en ese objetivo. “La opinión pública francesa está cansada. Ha visto volver demasiados féretros: 56”, resumen un alto cargo de Defensa.

La crueldad como herramienta

Rodrigo Gaona, capitán de la unidad de élite de la Guardia Civil GAR y uno de los jefes de la misión GAR-SI Sahel, ha contado en este diario cómo es el método de reclutamiento del yihadismo en la zona: “Entran en una aldea, hacen una matanza, cortan cabezas. Los hombres de las otras aldeas, cuando lleguen los terroristas, no les dirán que no a nada, porque temen que el próximo pueblo con una matanza será el suyo”.

Informes en manos de los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU apuntan a la posibilidad de que Wagner haga lo mismo, pero en dirección contraria; utilice también la brutalidad y el miedo como herramientas para mantener el orden y la fidelidad. Uno de esos informes versa sobre la matanza en la aldea de Robinet El Ataye, en el centro de Mali, el 5 de marzo. Unos soldados blancos llegaron, reunieron a los hombres y los muchachos, los maniataron y les vendaron los ojos y mandaron a las mujeres y los niños encerrarse en sus casas.

Ellas oían los gritos de ellos, golpeados con garrotes. Cuando salieron, a 29 mauritanos y cuatro malienses se los habían llevado. Sus cuerpos carbonizados se hallaron en los alrededores.

No es el único relato de contenido atroz. Informes de inteligencia de participantes en la operación MINUSMA de la ONU y de otras fuentes, recopilados por la consultora británica Intelligence Fusion, hablan de razzias letales, supuestamente de mercenarios de Wagner, en la República Centroafricana los días 15 de marzo en Markounda, 9 de abril en Bangui y del 23 al 16 de mayo de este año en Vakaya.

Contra estos informes, el juego rruso de la desinformación. En Mali no fue extraño ver banderas rusas por la calle cuando seguidores del coronel Assimi Goita celebraban su golpe y la prometida “liberación” de yugo francés. Agitadores anónimos caldearon después el ambiente: contaban que los mercenarios de Wagner, al llegar a la base de Tombuctú, la encontraron rodeada de fosas comunes de malienses asesinados por los franceses.

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