Manipulación e injerencia

Borrell alerta sobre la estrategia de desinformación rusa: "El objetivo es que nadie se crea nada"

El jefe de la diplomacia europea cifra en más de 15.000 los intentos de manipulación y desinformación detectados desde hace ocho años | El servicio de acción exterior de la UE desnuda en un informe la estrategia "intencional y coordinada" del ecosistema del Kremlin para manipular y desinformar

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Silvia Martínez

Silvia Martínez

El mismo día en que un misil explotó en Przewodów, una localidad de Polonia cercana a la frontera con Ucrania, el pasado 15 de noviembre, matando a dos ciudadanos polacos, el ecosistema de propaganda y desinformación del Kremlin se puso manos a la obra para aprovechar la ocasión. Empezó a distribuir capturas de pantalla de un falso perfil de Facebook que se hacía pasar por el alcalde del ayuntamiento polaco de Lublin en el que se afirmaba que la explosión del misil era una provocación de Ucrania. Un par de semanas antes la maquinaria rusa había seguido la misma estrategia acusando a Reino Unido y Estados Unidos de estar detrás de las explosiones del gasoducto Nord Stream ocurridas el 26 de septiembre, citando correspondencia falsa entre la exprimera ministra del Reino Unido Elizabeth Truss y el secretario de Estado de Estados Unidos Antony Blinken.

Son dos de los ejemplos recogidos en el primer informe piloto sobre amenazas de manipulación e interferencia de información extranjera (FIMI) publicado este martes por el servicio de acción exterior de la UE para destapar las artimañas que utiliza el Kremlin para confundir a la opinión pública y crear desconfianza entorno a la guerra en Ucrania. “El objetivo es que nadie se crea nada. Quieren erosionar la confianza en los medios de comunicación y en las instituciones. Tenemos que tomarnos esto muy seriamente. No se trata de algo que afecte solo a especialistas, los ciudadanos tienen que estar al tanto”, ha alertado este martes el alto representante para la política exterior de la UE, Josep Borrell, sobre la estrategia de Vladímir Putin

La estrategia de Goebbels

El problema, ha alertado el jefe de la diplomacia europea, es que Rusia está utilizando la interferencia y la manipulación como un instrumento crucial de la guerra. “Esta guerra no se está llevando a cabo solo en el campo de batalla por los soldados, también se lleva a cabo en el espacio informativo, intentado ganar los corazones y las mentes de la gente”, ha avisado el socialista español sobre una estrategia que inventó y utilizó el nazi Joseph Goebbels en la Segunda Guerra Mundial pero cuyos efectos se han multiplicado. “Lo que es nuevo es la intensidad, la voluntad y los instrumentos. Goebels no tenía Internet ni redes sociales pero hoy la gente que se comporta como Goebbels, contando una mentira mil veces, tiene una poderosa capacidad de multiplicación y de llegar a cualquiera en cualquier sitio”, ha añadido.

Desde que el servicio de acción exterior, tras el mandato recibido de los gobiernos de la UE, pusiera en marcha en 2015 el grupo de trabajo East StratComm, este equipo de expertos responsables de seguirle la pista a la propaganda rusa se ha encontrado con más de 15.000 intentos de manipulación y desinformación. Algunos de esos ejemplos forman parte del análisis publicado este jueves en torno a la “Manipulación e interferencias de información extranjera (FIMI)” -que describe un patrón de comportamiento en su mayoría no ilegal que amenaza o tiene el potencial de impactar negativamente valores, procedimientos y procesos políticos-y un centenar de incidentes que tuvieron lugar durante los últimos meses de 2002. 

Según la conclusión del análisis la guerra de Ucrania por parte de Rusia sigue focalizando el grueso de los incidentes y que en 60 de los 100 apoyar la invasión fue el objetivo. El análisis también pone de manifiesto que los intentos de manipulación utilizan cada vez más imágenes y videos manipulados y que los canales diplomáticos y sus cuentas en las redes sociales, como por ejemplo la de Telegram, están integrados en el ecosistema como actores activos. “Los canales diplomáticos de Rusia se utilizan regularmente como facilitadores de las operaciones FIMI”, apunta el informe sobre un modus operandi que también utiliza China para atacar principalmente a Estados Unidos. 

Suplantación de identidad

Según los expertos europeos, las técnicas de suplantación de identidad también se han vuelto más sofisticadas ya que los actores rusos suplantan tanto organizaciones internacionales e individuos para atacar a Ucrania o imitan el estilo de medios de comunicación y televisiones para desplegar sus mensajes falsos. Hasta ahora la UE ya ha prohibido la difusión de contenidos a nueve plataformas de comunicación rusas, entre ellas Sputnik, y considera que hay más espacio para seguir avanzando en este terreno. Esta injerencia, además, no tiene barreras lingüísticas. “Los incidentes no se producen en un solo idioma. Los contenidos se traducen y amplifican en múltiples lenguas”, apunta el informe que ha identificado incidentes en los que se han utilizado hasta 30 idiomas, 16 de ellos de la UE.

El objetivo de toda esta actividad, a la que el Kremlin dedica un presupuesto multimillonario, es “distraer y distorsionar” la realidad. “Rusia (42%) y China (56%) pretenden sobre todo dirigir la atención hacia un actor o una narrativa diferentes o desplazar la culpa (‘distraer’) Rusia intenta cambiar el encuadre y la narrativa (‘distorsionar’) con relativa mayor frecuencia (35%) que China (18%)”, apunta el análisis que también constata que existe una cierta connivencia entre ambos actores aunque limitada. Por ejemplo, actores oficiales rusos habrían participado en 88 de los incidentes analizados mientras que los actores chinos estarían presentes en 17 aunque solo en 5 participaron de forma conjunta.

A toda esta estrategia el Kremlin destina cifras multimillonarias. Solo el año pasado destinó a su ecosistema de medios de comunicación y desinformación 1.300 millones de dólares frente a los 11 millones que destinó la UE a luchar contra la manipulación y la desinformación. “Rusia ha invertido en manipulación como una industria, masivamente, mucho más de lo que invertimos nosotros en la lucha contra la desinformación. Son expertos en eso y utilizan a miles de personas, de forma sistemática e industrial, como una arma”, critica recordando que es una amenaza contra todas las democracias liberales porque si “la información se manipula la gente no sabe lo que ocurre. La información es el petróleo que hace funcionar la democracia. Es la sabia, la sangre”, ha insistido Borrell que ha anunciado la creación de un centro de análisis e intercambio de información sobre injerencias extranjeras.

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