Crisis migratoria

Italia culpa al Grupo Wagner de hacerle la guerra con los migrantes

La acusación llega en un momento en que el Ejecutivo de Meloni está en la mira por sus políticas de asilo

Un grupo de migrantes desembarca en un puerto de Sicilia tras ser rescatados en el Mediterráneo, este lunes.

Un grupo de migrantes desembarca en un puerto de Sicilia tras ser rescatados en el Mediterráneo, este lunes. / Reuters

Irene Savio

La tragedia de Calabria —el hundimiento días atrás de un pesquero en el que iban dos centenares de migrantes— devolvió la cuestión migratoria al primer plano de la agenda pública en Italia. Al cabo de unos días, salieron a la luz unos informes de inteligencia, ventilados por la prensa y que alertaban sobre miles de migrantes que estarían preparándose para zarpar de Libia hacia las costas del país transalpino. Y en las últimas horas ha llegado la acusación oficial: Italia ve detrás de los crecientes desembarcos en el país la mano de la empresa de mercenarios rusos Wagner.

La reconstrucción es inquietante. Sobre todo porque ha sido hecha por dos ministros de peso del Gobierno de Giorgia Meloni. Se trata de Guido Crosetto, el titular de Defensa, y Antonio Tajani, el de Exteriores. "El exponencial aumento del fenómeno migratorio que empieza en las costas africanas es también, en buena medida, parte de una estrategia clara de guerra híbrida que Wagner está implementando, usando su relevante peso en los países africanos", ha dicho Crosetto.

"El enfrentamiento global que ha abierto el conflicto ucraniano", ha continuado el ministro, usa "la inmigración descontrolada" para "golpear a los países más expuestos, sobre todo a Italia". "Muchos migrantes llegan de áreas controladas por el Grupo Wagner. No quisiera pensar que exista un intento de empujar a los inmigrantes hacia Italia", se hizo eco Tajani, durante un encuentro con el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu.

Operativo naval

La acusación ha llegado mientras desde el Parlamento italiano se filtraba que se está discutiendo la posibilidad de desplegar un operativo naval de vigilancia e identificación de pateras en el Mediterráneo. Y también casi al mismo tiempo que el jefe del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, difundió un mensaje en Telegram en el que replicó duramente a las palabras del ministro Crosetto.

"El ministro de Defensa debería mirar menos en otras direcciones y ocuparse más de sus problemas, que probablemente no ha logrado resolver", opinó Prigozhin. "Nosotros no estamos al tanto de lo que ocurre con la crisis migratoria. No nos ocupamos de eso", continuó. Para mayor confusión, acreditados analistas en datos han subrayado que algunas cifras de la inteligencia italiana no serían correctas.

"Los servicios han lanzado una alerta: 685.000 migrantes listos para partir desde Libia. Pero es un error. (Esa es la cifra) de los migrantes presentes (en Libia), según estimaciones de la Organización Internacional para las Migraciones, no de los que están por partir", ha puntualizado Matteo Villa, jefe del laboratorio de datos del Instituto de Estudios de Política Internacional (Ispi). "El año pasado, (los servicios de inteligencia) estimaron unos 400.000 desembarcos. Yo hice la previsión de 110.000. Y fueron 105.000", añadió Villa.

Todo esto después de que el Gobierno de Meloni chocara repetidamente en los últimos meses con sus socios europeos por sus políticas migratorias, y por las crecientes dificultades impuestas a los rescates de oenegés en el mar. El argumento es que Italia no puede asumir más desembarcos, en momentos en los que, según el Ministerio de Interior del país, el número de llegadas ha vuelto a crecer. En concreto, en lo que va del año, el país dice haber registrado un total de 20.017 migrantes desembarcados en Italia, más de tres veces que en el mismo periodo de 2022 (6.152) y 2021 (6.041). 

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