Yemen

Qué pasa en Yemen: las claves de la peor crisis humanitaria del mundo

Los yemenís pasan hambre mientras las dos partes en conflicto se han convertido en piezas de un ajedrez geopolítico

El pánico al intentar dispersar a una multitud con disparos provocó la estampida en Yemen

El pánico al intentar dispersar a una multitud con disparos provocó la estampida en Yemen

Montse Martínez

Ocho años se prolonga ya la guerra en Yemen. Un conflicto enquistado y olvidado por Occidente que ha sumido al país en una de las crisis humanitarias más graves del mundo. Los yemenís pasan hambre mientras las dos partes en conflicto -el Gobierno apoyado por Arabia Saudí y los rebeldes hutis respaldados por Irán- se han convertido en piezas de un ajedrez geopolítico que va más allá de sus fronteras. A continuación, las claves de la guerra en el país de Oriente Próximo.

El germen del conflicto

En el año 2011Yemen vivió su particular Primavera Árabe con un levantamiento popular que obligó a su presidente, el dictatorial Ali Abdullah Saleh, a ceder el poder a número dos, Abdrabbuh Mansour Hadi. La debilidad del nuevo mandatario, acuciado por una crisis económica y el azote del islamismo radical, fue aprovechado sin pensarlo por la minoría rebelde huti. Formalmente conocido como Ansar Allah (Partidarios de Dios), el grupo defiende a la minoría musulmana chií zaidí de Yemen.

A principios de 2014, los rebeldes se hicieron con el control de la provincia de Saada, en el norte del país, y posteriormente tomaron la capital, Saná, obligando al presidente Hadi a huir al extranjero en marzo de 2015.

Pero la vecina Arabia Saudí no tardó en alarmarse por el empoderamiento de los rebeldes, apoyados por Irán, su eterno rival. En este punto es cuando el conflicto excede las fronteras del país para tomar un cariz de estrategia geopolítica. Arabia Saudí encabeza una coalición, integrada por EEUU, el Reino Unido y Francia, para golpear a los rebeldes y, en última instancia, restituir al presidente Hadi.

Arabia Saudí versus Irán

En agosto de 2015, las tropas terrestres de la coalición desembarcaron en la ciudad portuaria de Adén y expulsaron a los hutis del sur de Yemen. Pero, no pudieron desalojarlos de Saná, la capital, ni del norte del país. El gobierno oficial de Yemen se estableció la ciudad yemení de Adén, mientras que el presidente Hadi huido permanecía en Arabia Saudí.

Los hutis se aliaron con el anterior presidente, Ali Abdullah Saleh, para formar gobernar la zona bajo su control. Sin embargo, en diciembre de 2017, Saleh, que rompió con los hutis y llamó a sus seguidores a combatirlos, fue asesinado y los rebeldes derrotaron a sus fuerzas.

En 2018, los leales a Saleh se unieron a la coalición liderada por Arabia Saudí. Juntos, lanzaron una gran ofensiva contra los hutis para recuperar la ciudad de Hudaydah, en el mar Rojo. El puerto de esta ciudad es la principal vía de subsistencia para millones de yemenís en riesgo de hambruna. Tras seis meses de encarnizados combates, ambas partes acordaron una tregua en la ciudad.

Los combates se han ido intensificando paulatinamente, obligando a miles de personas a huir de sus hogares. Los hutis han atacado objetivos en Arabia Saudí Emiratos Árabes Unidos con misiles balísticos y aviones no tripulados (drones), buscando cercenar infraestructuras como instalaciones petrolíferas pero causando daños a los civiles. Funcionarios saudís y estadounidenses han acusado a Irán de contrabando de armas, como aviones no tripulados, a los hutis violando un embargo de armas de la ONU aunque Teherán siempre ha negado la acusación. Naciones Unidas asegura que hay indicios de que las dos partes en conflicto han cometido crímenes contra la humanidad.

Tímidos acercamientos

En abril de 2022, la ONU negoció un alto el fuego entre la coalición liderada por Arabia Saudí y los rebeldes hutis, aunque las partes no consiguieron renovarlo seis meses después. Sin embargo, recientemente acordaron intercambiar unos 900 prisioneros como medida de confianza que se espera pueda conducir a un alto el fuego permanente.

Cinco aviones con aproximadamente 200 prisioneros de ambos bandos despegaron de la capital, Saná, en manos de los insurgentes desde 2014 y de Marib, el último bastión gubernamental en el norte del país. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) indicó que el intercambio de los presos se produjo gracias a un acuerdo alcanzado en marzo en Suiza.

La peor crisis humanitaria del mundo

Naciones Unidas no ha dudado en calificar la crisis humanitaria que azota Yemen como la peor del mundo. Las cifras dan cuenta de ello: 4,5 millones de personas, una de cada siete, han sido desplazadas de sus hogares como consecuencia del conflicto mientras que 24,1 millones de personas, el 80% de la población, necesitan ayuda humanitaria internacional. Unos seis millones de personas en Yemen viven al borde de la hambruna.

A principios del 2022, según cálculos llevados a cabo por la ONU, el conflicto en Yemen había causado más de 377.000 muertes, de las cuales el 60% eran consecuencia del hambre, la falta de atención sanitaria y el agua insalubre. Especialmente dramática es la situación que padecen los menores de edad: al menos 11.000 niños han muerto o han resultado heridos como consecuencia directa de los combates.

Yemen también ha sufrido uno de los mayores brotes de cólera jamás registrados, con 2,5 millones de casos sospechosos y unas 4.000 muertes vinculadas a esta dolencia desde 2016.

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