Balcanes

Ilir Peci, el alcalde que ganó las elecciones por 41 votos: "No vuelvo a la oficina hasta que se estabilice la situación"

La victoria electoral de un albanés en Zvecan, un pueblo de mayoría serbia, deja más 80 heridos | El alcalde no puede entrar al Ayuntamiento porque los ciudadanos serbios le bloquean la entrada

El nuevo alcalde de Zvecan, Ilir Peci, saliendo del Ayuntamiento protegido por fuerzas de la OTAN.

El nuevo alcalde de Zvecan, Ilir Peci, saliendo del Ayuntamiento protegido por fuerzas de la OTAN. / CEDIDA

David López Frías

Unas elecciones municipales con un 3,5% de participación han hecho estallar, una vez más, el polvorín en los Balcanes. En un pequeño pueblo del norte de Kosovo llamado Zvecan, los resultados electorales de las últimas municipales han provocado unas protestas con insuitada violencia. Incluso para un lugar tan inestable como Kosovo, que es el último territorio humeante de las guerras que empezaron a finales del siglo pasado. De momento van 80 heridos.

El motivo de los disturbios es la victoria de Ilir Peci, el candidato albanés, en una zona en la que la mayoría de los habitantes son serbios. El pueblo tiene 16.650 habitantes, pero solamente se han contabilizado 204 votos. ¿Por qué esa insignificante participación? Porque los serbios han boicoteado estos comicios. No reconocen la nación kosovar y continúan reivindicando la anexión de la zona a la República de Serbia.

Este es el mal endémico de la región denominada Kosovo Norte. Porque ahí, justo en la frontera con Serbia, confluyen albaneses (mayoría en la nación, por encima del 90% de la población) y serbios (mayoría en esta zona norte). Enemigos irreconciliables. La convivencia es casi imposible y el ambiente, por momentos, irrespirable. Una situación en la que se encuentra no sólo Zvecan, sino también los municipios colindantes de Zubin-Potok, Mitrovica norte y Leposavic.

3,5% de participación

El boicot serbio (en algunos colegios electorales, como el de Velje Breg, no se registró ni un voto en todo el día) provocó una participación bajísima (en torno al 3,5%) y unos resultados anómalos. De las 204 papeletas registradas en Zvecan, 114 fueron a parar al Partido Democrático de Kosovo que lidera Ilir Peci. El segundo partido más votado fue el Lëvizja Vetëvendosje (LVV), que obtuvo 73 votos. Con el escrutinio concluido, el albanés Peci se convertía en el nuevo alcalde de una ciudad en la que se estima que de sus 16.650 habitantes, al menos 15.000 son serbios.

Las protestas no se hicieron esperar. Nacionalistas radicales serbios se echaron a las calles para protestar por el resultado y boicotearon el nombramiento, así como la entrada de Peci al Ayuntamiento. Los disturbios empezaron el lunes, cuando intentaron entrar en las dependencias municipales. La policía kosovar, apoyada en la KFOR (fuerzas de la OTAN, con base permanente en el país) repelieron el ataque con gases lacrimógenos. Mientras las nuevas autoridades albanesas retiraban la bandera serbia del consistorio y colocaban la kosovar, que los serbios consideran ilegítima.

Fueron precisamente las fuerzas de la KFOR las que empezaron a utilizar porras y escudos para dispersar a los manifestantes serbios, que respondieron lanzando botellas de cristal y cócteles molotov. Varios de los agentes de las fuerzas de seguridad fueron alcanzados por la lluvia de objetos. Según la prensa local kosovar, de los 80 heridos, 50 son manifestantes y 30, agentes de la policía.

Ilir Peci ha pasado del "trabajaremos para dar una vida tranquila a todos los ciudadanos de Zvecan, sin excepción y sin distinción de su procedencia" que dijo durante su toma de posesión, al "no vuelvo a la oficina hasta que se estabilice la situación". Han sido sus últimas declaraciones desde unas instalaciones llamadas Oficina de las Comunidades, que está ubicada en Lipë. Una aldea próxima de mayoría albanesa. "Aquí estamos bien y no hay manifestantes", concluyó Peci, que en los próximos días espera reunirse con el embajador estadounidense. Los serbios, por su parte, siguen mostrando músculo en las calles y no le dejan entrar en el Ayuntamiento.