Guerra en Ucrania

Erdogan propone a Zelenski y Putin una investigación conjunta sobre la destrucción de la presa en Jersón

Recep Tayyip Erdogan.

Recep Tayyip Erdogan.

Adrià Rocha Cutiller

La destrucción de la presa de Kajovka este martes elevó la guerra de Ucrania a otro nivel. Tras una misteriosa explosión en la central, de la que tanto Rusia como Ucrania se acusan mutuamente, más de 16.000 personas se encuentran en peligro por inundaciones y la seguridad de la central nuclear de Zaporiyia pende de un fino hilo.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha propuesto a sus homólogos ucraniano y ruso, Volodimir Zelenski y Vladimir Putin, respectivamente, la creación de una comisión de expertos para investigar la destrucción parcial de la presa, y ha asegurado que en ella participarían representantes de Rusia, Ucrania, Turquía y la ONU. El mandatario turco ha tratado de repetir el modelo a cuatro bandas que a medados de 2022 ya facilitó la firma de un acuerdo para la exportación de grano en el Mar Negro.

El mandatario turco ha aprovechado para plantear de nuevo a Zelenski la vuelta a las negociaciones, advirtiendo de que mientras persista la violencia será imposible frenar las pérdidas humanas que siguen registrándose "todos los días" en Ucrania, según la oficina de Erdogan. Zelenski ha evitado valorar la idea de una comisión internacional, pese a que sí ha confirmado en Twitter que ha hablado con Erdogan de las "consecuencias humanitarias y medioambientales" de lo que ha descrito como "un acto de terrorismo". "Le he entregado una lista de necesidades urgentes para eliminar el desastre", ha afirmado.

Según el Gobierno ucraniano, hasta el momento se ha evacuado de las zonas más afectadas por la inundación resultante a más de 1.450 personas de la margen occidental del río Dniéper, en el que se encontraba la presa y que parte en dos la provincia ucraniana de Jersón. La catástrofe, calificada por las autoridades ucranianas de "ecocidio", también ha tenido efectos sobre el sistema de canalización y distribución de agua corriente. Seis infraestructuras para la depuración de aguas se han anegado, según las autoridades municipales de la ciudad de Jersón.

Importancia turca

Para el presidente de Ucrania, "la voz de Turquía es importante en cuanto a la retirada de las tropas de ocupación del territorio ucraniano", así como para la prórroga del acuerdo sobre el grano o el retorno de las personas trasladadas "ilegalmente" desde el inicio del conflicto.

Por otro lado, Erdogan ha instado a Putin a aprobar una nueva prórroga del acuerdo para la exportación de cereales y fertilizantes desde puertos ucranianos, una medida que Moscú parece no estar dispuesta a extender al considerar que no se están cumpliendo las partes del pacto que benefician a Rusia.

Finalmente, el mandatario turco ha incidido una vez más en la disposición de Ankara para "establecer una paz justa", brindado para ello "todo el apoyo necesario para poner fin a los conflictos con sinceridad.

"Acto bárbaro"

Durante la mencionada conversación telefónica, el presidente de Rusia ha alertado de que la voladura de la presa tiene como objetivo destruir la central hidroeléctrica de Kajovskaya y ha desembocado en "una catástrofe medioambiental y humanitaria de gran envergadura".

"Las autoridades de Kiev, a sugerencia de sus apoyos occidentales, están haciendo una apuesta peligrosa por la escalada de las hostilidades, cometen crímenes de guerra, utilizan abiertamente métodos terroristas y organizan sabotajes en territorio ruso", ha zanjado Putin.

Las autoridades ucranianas y rusas se han cruzado acusaciones sobre la destrucción parcial de la presa, que ha anegado decenas de localidades situadas en los aledaños del río Dniéper. Ankara ha evitado atribuir culpas, al igual que el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, que dijo no disponer de información "independiente".