En estado de fiesta

Pólvora y Fogueres

Las Belleas del Foc dando permiso para que comience la última mascletá, junto a Mercado Babel.

Las Belleas del Foc dando permiso para que comience la última mascletá, junto a Mercado Babel. / Matias Segarra

José Manuel Lledó Cortés

El día en que estas líneas vean la luz, el domingo 5 de febrero, tendremos la oportunidad de asistir al disparo de la mascletà que va a tener lugar a las dos de la tarde en la avenida Jaime I, en el barrio de Tómbola, a cargo de la Pirotecnia Valenciana, S.L. Se trata de la continuación de la ya disparada el domingo 8 de enero en la Plaza Franklin Albricias junto al Mercado de Babel a cargo de la Pirotecnia Ferrández, S.L. y que forman parte del ciclo «Fogueres 365. Pólvora Tot l´Any» que va a obsequiarnos con una mascletà mensual en diferentes puntos de la ciudad hasta las correspondientes a los días centrales de Fogueres. Por ello, hemos de comenzar agradeciendo al Ayuntamiento, a la Federació de Fogueres, a Mahou como patrocinador principal y a Coca Cola y Vithas como colaboradores la oportunidad que nos brindan de mantener un cierto espíritu festero durante prácticamente todo el año.

Y es que, pólvora y Fogueres o, mejor dicho, pólvora y Fiesta, han estado siempre prácticamente unidos. Es más, nuestra Fiesta no puede explicarse a sí misma sin la magia que ofrece la pólvora en general y las mascletàs en particular. Así, con la oficialización de les Fogueres, en 1928, la afición por la pirotecnia se incrementó de manera gradual gozando a la vez de un importante respaldo popular y colectivo en la ciudad.

De esta forma, desde hace ya muchos años, 34 concretamente, pasado el mediodía, y en el mismo corazón de Alicante, la Plaza de los Luceros, tiene lugar la mayor manifestación pirotécnica de Les Fogueres de Sant Joan, la ya tradicional, necesaria y obligada mascletà que durante cuatro jornadas al principio y algunas más, afortunadamente, en la actualidad, siempre a la misma hora, las dos de la tarde, tiene lugar los días centrales de Fogueres.

Pero hagamos algo de historia. La primera edición del Concurso de Mascletàs, en 1988, tuvo su ubicación en la céntrica Rambla de Méndez Núñez para pasar al año siguiente, 1989, a la Avenida Alfonso X el Sabio. En 1990 y 1991 ya se traslada el disparo a la Plaza de los Luceros para pasar en 1992 al Paseo de Campoamor y, posteriormente, en 1993, regresar a su ubicación habitual donde se mantiene hasta la actualidad.

La Plaza de los Luceros es el escenario de las mascletàs los días de Fogueres, en el mes de junio.

La Plaza de los Luceros es el escenario de las mascletàs los días de Fogueres, en el mes de junio. / Matias Segarra

Pero esta ubicación, que se ha mostrado también la más exitosa, no ha estado exenta de polémica entre quienes la consideran la más adecuada y los que afirman que su importante impacto y repercusión tienen una influencia negativa en la fuente con la que, allá por los años veinte del siglo pasado, nos obsequió el insigne escultor alicantino Daniel Bañuls. Esta incesante polémica, que ha llegado incluso a los tribunales, alcanzó su máximo exponente cuando allá por septiembre de 2013, en concreto el día 19, aparecía en los diferentes medios de comunicación de la ciudad la noticia de que, por decisión técnica, las mascletàs de los días centrales de Fogueres iban a dejar de dispararse en su emplazamiento habitual para hacerlo en la Plaza de la Estrella. Quien le iba a decir a Daniel Bañuls que casi un siglo después una de sus obras más destacadas iba a verse envuelta, por segunda vez, en otra polémica, ésta mucho más intensa. Tras estas situaciones, dicha polémica continúa y muy de cuando en cuando salta otra vez a los medios de comunicación abriéndose de nuevo un intenso debate entre defensores y detractores de un acontecimiento que ya se ha convertido en un referente de nuestra ciudad. Como la solución es compleja y la posibilidad de poner de acuerdo a unos y otros bastante complicada, dejaremos este debate para otra ocasión y así haremos hincapié únicamente en el arraigado y aceptado uso de la pólvora en prácticamente todos y cada uno de los actos y momentos que genera la Fiesta Oficial de la ciudad.

Y es que, lo que en principio nació como un acontecimiento rutinario dentro de la actividad festera y festiva se ha convertido en un fenómeno único que convierte la Plaza de los Luceros en el epicentro y corazón de nuestra celebración desde el que miles de personas, tanto alicantinos como visitantes, disfrutan de cinco minutos y medio emocionantes e intensos mientras el fuego, con un estruendo rítmico y ensordecedor va avanzando desde el Paseo del General Marvá hacia el centro de la plaza para, una vez allí, en semicírculo y a una velocidad de vértigo dar paso al terremoto final provocando, además de un ruido ensordecedor, una densa humareda, generalmente multicolor, que hace invisible durante algunos segundos el entorno que nos rodea. Todo ello, después de que nuestras Belleas del Foc pronuncien la mágica frase de: «Senyor pirotècnic, pot començar la mascletà». A partir de ahí, la Plaza de los Luceros y su mascletà se convierten en el punto de partida de un día lúdico y festero para los miles de personas, tanto alicantinos como visitantes, que hemos tenido el privilegio de disfrutarla, gozarla y vivirla.

Y, si hablamos de pólvora y Fiesta, no podemos olvidarnos, como es lógico, de la tradicional Palmera que, año tras año, desde la cumbre del Monte Benacantil, da paso a la Cremà de Fogueres, Fogueres Infantils y Barraques que pone fin a cada edición de nuestra querida Fiesta. La primera de ellas fue disparada por la Pirotecnia Albarranch, de Elche, el 24 de junio de 1933.

Posteriormente, tras los días centrales de Fogueres, entre el 25 y el 29 de junio, todos a la Playa del Cocó para disfrutar de los cinco castillos de fuegos artificiales, y durante muchos años, de sus correspondientes tracas luminosas que han convertido este concurso internacional en uno de los más destacados de cuantos se celebran en España pues, no en vano, celebró el año pasado su 75 aniversario.

Y todo esto se debe, evidentemente, a esas grandes pirotecnias que, además de la técnica, imaginación y buen hacer han sabido transformar su complicado y arriesgado oficio en un auténtico arte y sin cuya aportación difícilmente podríamos entender o explicar cualquier manifestación lúdica, festera o popular que tenga lugar en nuestra ciudad.

Por aquí han pasado las mejores pirotecnias de España y, por ello, del mundo lo que dice mucho de nuestros concursos. Y, si la Comunidad Valenciana es rica en empresas pirotécnicas, la provincia de Alicante puede presumir de albergar a algunas de las más importantes de ellas, destacando la verdaderamente nuestra, la antigua «Alacantina de Focs i Artifici», actualmente «Hermanos Sirvent» dirigida durante muchos años por Pedro Luis Sirvent y hoy en manos de sus hijos, quienes nos han hecho gozar y vivir infinidad de momentos inolvidables.

Disfrutemos entonces, durante todo el año, de ese estruendo emocionante e intenso que los pirotécnicos han sabido elevar a la categoría de arte.