Cuervo siempre está solo. Todos los pájaros lo evitan. Él no sabe por qué. Un día, oye unos trinos. Suenan alegres. Y cercanos.

«Parece que se divierten mucho», piensa Cuervo.

-Hola- dice con voz tímida, pero los demás no le oyen.

Con su mejor sonrisa, Cuervo se acerca hasta ellos.

¡Los pajaritos se han asustado! Y con el corazón a cien huyen volando. A una distancia prudencial empiezan a trinar de nuevo.

-¡Negro! Exclama el pinzón. Es negro como el carbón, de la cabeza a la cola

-¡Ni una manchita de color! -añade la cotorra-. Este no es de fiar.

-¡Uy -dice el carbonero aterrorizado-. Seguro que es muy malo.

Cuervo lo había oído todo. Nunca se había sentido tan negro. ¡Soy un monstruo! -murmura- Cómo me gustaría ser diferente. Me gustaría ser... ¡Sí ya lo tengo!

De pronto, a Cuervo se le ocurre un plan. Y se va de prisa a reunir todo lo que necesita.

Actividades:

1. ¿Por qué Cuervo siempre estaba solo?

2. ¿Qué pensó y qué hizo Cuervo al ver otros pajaritos?

3. ¿Qué dijeron la cotorra y el pinzón del Cuervo?

4. Escribe un cuento de lo que tuvo que hacer el Cuervo para ser amigo de los otros pájaros. Envíalo por mail, acompañado de un dibujo, con tu nombre, apellidos, curso, colegio y nº teléfono a esta dirección:

grupoleoalicante@gmail.com