En la playa de la Cala Blanca (o Caleta) también se han producido desprendimientos, aunque no de la magnitud de los ocurridos en la Caleta del Port y el Cap Negre. Se ha derrumbado la cornisa natural de piedra calcárea de una pequeña cueva situada sobre la senda de acceso a la primera cala. El mojón que marca el deslinde marítimo-terrestre ha quedado, como se observa en la imagen, prácticamente suspendido en el aire. El ayuntamiento contratará a una empresa especializada en trabajos en altura para arreglarlo.