Una batida de jabalí que tuvo lugar el pasado 6 de febrero en la Vall de Gallinera acabó en una cacería incontrolada e ilegal de ejemplares de arruí africano e incluso de muflones, según ha denunciado un cazador que participó en la batida. Este cazador ha enviado una carta a varios medios de comunicación, entre ellos algunos especializados en caza, así como a la Real Federación Española de Caza. Asegura que se abatieron a numerosos arruíes, "sobre todo ejemplares jóvenes".

Este diario confirmó ayer de fuentes de toda solvencia que la batida sólo estaba autorizada para jabalíes, por su proliferación este año y los daños que causan en la agricultura. Las mismas fuentes afirmaron que sí que se mataron arruíes. De hecho, los agentes del Seprona y los técnicos de la Conselleria de Medio Ambiente detuvieron a un cazador que había abatido a uno de estos ungulados que son originarios de África. Además, ese cazador se hallaba en el coto de la Vall d'Ebo, que no estaba autorizado para esta batida. Esa jornada de caza está, por tanto, denunciada.

Las citadas fuentes aclararon que la caza del arruí, que es una especie exótica e invasora, sólo es legal mediante rececho. Indicaron también que el principal abuso es que los cazadores rebasan el coto de la Vall de Gallinera y entran en otros sin permiso (Vall d'Ebo y Vall d'Alcalà). El arruí, por su cornamenta, es un apreciado trofeo cinegético.