El juez absuelve al exalcalde de Llíber en una primera causa por los chalés ilegales

Un juez de Benidorm ha absuelto al exalcalde de Llíber, José Mas, y al exaparejador municipal, Amador Signes, de un delito de prevaricación por autorizar el primero e informar favorablemente el segundo, entre los años 2000 y 2004, la construcción de viviendas en parcelas inferiores a 10.000 m2 de suelo rústico y, por tanto, no urbanizable. Además, ninguna de las licencias contaba con la preceptiva autorización de la Conselleria de Urbanismo.

En su sentencia, el magistrado indica que "no se ha practicado en instrucción informe pericial alguno por parte de la Dirección General de Inspección y Ordenación del Territorio, Urbanismo y Vivienda u organismo equivalente" que compruebe la extensión de las parcelas, la clasificación del suelo o si existían casas en ruinas. Sin embargo, sí se aportó en el juicio un atestado de la Guardia Civil (Seprona) que advertía de infracciones en las normas urbanísticas.

El juez indica que el atestado del Seprona y el del Ministerio Fiscal, que pedía un año y seis meses de prisión y diez años de inhabilitación para los dos acusados, "parten del error de base" de considerar que la limitación de una hectárea para construir en suelo rústico estaba entonces vigente. Asegura que la reforma de la ley de suelo no urbanizable del 13 de junio de 1997 suprime esa exigencia. Y concluye que "no se puede hablar, al menos a priori, de la existencia de ilícito administrativo en atención a la extensión de las parcelas".

Además, rechaza también que exista prevaricación por eludir la autorización de la conselleria para estas obras en suelo rústico. Sostiene que esta omisión puede suponer "causa de anulabilidad", pero "en ningún caso podría hablarse de ilegalidad evidente, patente, flagrante y clamorosa".

Esta causa era por diecisiete viviendas ilegales. Hay otro caso pendiente, en el que también están imputados por prevaricación, cohecho y estafa el exalcalde del PP, el exaparejador y el constructor Miguel Muntaner, entre otros, por la construcción de otras 300 casas en suelo no urbanizable y parcelas inferiores a 10.000 metros cuadrados.

problemas

Un pueblo marcado por el caos urbanístico

Uno de los argumentos que esgrimieron el excalde y el que fue su aparejador municipal en el juicio de Benidorm fue que en Llíber tenían por norma permitir que se construyera en parcelas de suelo rústico de 5.000 metros cuadrados. Esa permisividad a la hora de dar licencias ha provocado muchos problemas urbanísticos. Numerosos propietarios se han personado en la causa como acusación particular. Se consideran estafados. Compraron chalés de lujo que luego no eran legales. En algunos casos, no tienen red eléctrica y necesitan de placas solares.