Los alcaldes del PP en la Marina Alta ya no ocultan su malestar con los recortes sanitarios. El munícipe de Ondara, Ximo Ferrando, del PP, ha sido el primero en desmarcarse de la medida, que debía entrar en vigor ya el lunes, de cerrar las urgencias de los centros de salud de Ondara, Gata, Pedreguer y el Verger desde las diez de la noche a las 8 horas. Ferrando y el resto de portavoces políticos presentaron ayer en el pleno una moción que exige a la conselleria de Sanidad que no autorice a la empresa Marina Salud a dejar sin guardias nocturnas a estos pueblos. La propuesta se aprobó por unanimidad. El malestar ya no se dirige sólo a la firma que gestiona la sanidad en la comarca, sino también a la Conselleria. El pleno de Ondara exige que se cumpla el II Plan de Salud aprobado por las Corts el 13 de octubre de 2006. Cerrar las urgencias nocturnas sólo responde a criterios de "rentabilidad", según la moción, que lamenta que esos intereses económicos o los de "reducir costes" de la conselleria se pongan por delante de la salud de los vecinos de la comarca.

Ese mismo acuerdo se aprobará en la junta de gobierno de Pedreguer, donde gobiernan Bloc, PSPV y Aixa.

El jueves alcaldes y concejales del PP se reunieron en Calp con representantes de Marina Salud. El enfado trasciende a los pueblos que se quedan sin urgencias nocturnas. Los centros de salud de Xàbia y Dénia, a donde deberán ir los pacientes de esos otros municipios, están amenazados de colapso. El alcalde de El Verger, Miguel González, también está en contra de que se supriman las guardias nocturnas en su centro de salud.

La creciente oposición social contra el cierre de las urgencias nocturnas en estos pueblos ha hecho que la empresa sanitaria aplace una semana la medida. Tenía previsto dejar de prestar el servicio ya este lunes. Ahora alega que debe explicar mejor la medida a la ciudadanía.

Mientras, la "Plataforma per la Defensa de la Sanitat Pública" en la Marina Alta ha convocado para hoy una protesta en la puerta del hospital. Será a las 11 horas, que es cuando llega el conseller Luis Rosado para visitar la unidad de hemodiálisis.