Los agricultores de Gata de Gorgos llevan un año para olvidar. La tormenta de granizo del lunes ha echado a perder prácticamente toda la cosecha de uva. Aunque la intensa granizada, que, por suerte, no arreció durante más de media hora, golpeó con diversa virulencia a las partidas rurales, las asociaciones de agricultores estiman que, en general, se ha perdido el 80 % de la uva que se preveía vendimiar. Hay campos en los que no se recolectará nada.

De ahí que el pleno del Ayuntamiento de Gata haya aprobado por unanimidad solicitar a la Subdelegación del Gobierno y a la Generalitat Valenciana la declaración del municipio como zona catastrófica. La principal actividad agrícola de este pueblo es la vid. Y la cosecha de este año será insignificante. Además, el Ayuntamiento acordó abrir una oficina para asesorar a los vecinos afectados y tramitar sus reclamaciones.

En la misma sesión de pleno, se dio luz verde a una moción para mejorar la seguridad en el campo valenciano. También se anunció que se ha convocado el consejo agrario municipal para hoy mismo. Las consecuencias de la granizada y la petición de ayudas serán los principales temas de debatir.

La tormenta de pedrisco se desató en la tarde del lunes. El efecto más inmediato fue que la Policía Local de Gata se vio obligada a cerrar el puente que lleva a la zona escolar. Al acumularse el granizo, quedó cubierto por una gruesa capa de hielo. Los vecinos ya barruntaban que la tromba de agua y piedra había causado estragos en los campos. Ayer comprobaron que la plaga de conejos que se había comido los brotes de algunas viñas no era lo peor de este año. La granizada ha arruinado muchas horas de trabajo en los cultivos.