La movilización social y la disposición de la Generalitat a atenderla han permitido la preservación de un elemento patrimonial único de ingeniería ferroviaria en la Comunidad Valenciana. El viaducto del Quisi o de Santa Ana, el mayor de todo el recorrido del ya centenario Trenet de la Marina, finalmente se mantendrá y reforzará dentro de las obras de mejora que se llevan a cabo en el tramo norte de la línea, entre Calp y Dénia. Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) ha descartado su propuesta inicial de desmantelar el puente y sustituirlo por otro nuevo del mismo material, tras el rechazo generalizado que la idea produjo en Benissa, municipio donde se ubica la infraestructura y para cuyos vecinos constituye todo un símbolo.

El viaducto del Quisi es singular por sus dimensiones, ya que tiene un total de 172 metros de longitud y 50 de altura máxima, pero además es el único de toda la Comunidad cuyo tablero y pilastras son de factura metálica, salvo los postes sobre los que se asientan estas últimas. Ni siquiera el vecino viaducto del Ferrandet, también en el término municipal de Benissa, cuenta con esa característica, propia de grandes infraestructuras construidas sobre todo a finales del siglo XIX y principios del XX y que en muchos casos han desaparecido a lo largo del tiempo.

Las particularidades de la obra hacen que figure en publicaciones editadas por la Generalitat con los puentes más destacados de la Comunidad, e incluso en catálogos elaborados por asociaciones profesionales especializadas. Ejemplo de esto último es el monográfico «100 elementos del patrimonio industrial en España», realizado por la delegación territorial del Comité Internacional para la Defensa del Patrimonio Industrial. Esta entidad, que define el viaducto del Quisi como «testimonio vivo de los inicios del ferrocarril en la Comunidad Valenciana», también se ha pronunciado en las últimas semanas a favor de su preservación y protección, recordando, entre otros aspectos, que está «incluido en los bienes afectos al Plan Nacional del Patrimonio Industrial».

Problema del peso de los trenes

Desde su puesta en servicio en julio de 1915, el viaducto del Quisi ha estado soportando el paso diario de decenas de trenes, algo que, unido a la corrosión por el paso del tiempo, hace que se encuentre bastante deteriorado. Por ello, resulta obligado intervenir sobre él en las obras de mejora de la línea que FGV está llevando a cabo. Sin embargo, y al contrario de lo que ocurre con el contiguo puente del Ferrandet, el refuerzo del tablero no es suficiente. Tal y como han recordado desde la Generalitat, la estructura metálica del Quisi no soportaría el peso de los nuevos trenes híbridos eléctricos-diesel que la Generalitat ha encargado para la línea. Ésa es la razón por la que se propuso la sustitución del puente por uno nuevo.

La idea fue rechazada de forma unánime por todos los grupos políticos del Ayuntamiento de Benissa. El alcalde, Abel Cardona, señala al respecto que cambiar el viaducto por otro similar «tal vez podría dejar una imagen parecida, pero sería perder un referente patrimonial único». También es escéptico con la alternativa de dejar el viaducto actual como monumento y construir otro paralelo de hormigón para que pasen los trenes, porque cree que «causaría un impacto visual importante» y obligaría a expropiar 50.000 metros cuadrados, afectando además a tres viviendas. Por ello, sostiene que «si hay una opción que permita preservar el puente en uso, mejor».

En vista de la situación, la Generalitat mostró su compromiso de «alcanzar una solución de consenso y respetuosa con el territorio», que ha llegado hace pocos días. El puente del Quisi se rehabilitará y por él volverán a circular trenes, aunque por ahora sólo de manera transitoria. En tanto que llegan las nuevas unidades híbridas, se estudiará qué solución tomar a medio plazo. Por el momento, se espera que para 2019 se restituya en su totalidad el servicio ferroviario entre Alicante y Dénia, «bastante utilizado y cómodo», destaca Abel Cardona.

Habrá que ver más adelante qué solución definitiva se adopta y qué coste tiene, pero en todo caso esta vez han primado el diálogo y la protección del patrimonio. El viaducto del Quisi seguirá siendo un emblema vivo y único en su entorno de la ingeniería ferroviaria de su tiempo.