La palabra secreto atrae a multitudes. La cala de En Caló de Xàbia, que hasta hace unos años era desconocida, un recodo litoral a salvo de apreturas turísticas, ya ha sucumbido a la masificación. Sólo se puede acceder por mar. Y eso la hace todavía más atractiva para los cientos de turistas que quieren explorar la cala «secreta». La invasión de embarcaciones ya se hace muy patente estos días. Y en agosto irá a más. Es uno de los lugares de moda de la costa de la Marina Alta. Acuden embarcaciones de excursiones turísticas, kayaks en reata, veleros y yates. El ayuntamiento, sabedor de que los navegantes buscan estos refugios, ha instalado boyas de fondeo. Pero se han quedado cortas. Las barcas invaden uno de los tramos más bellos del litoral valenciano. En Caló está escondida tras una peña que tapa en parte su entrada. Así se había mantenido a trasmano del turismo de masas. Pero el pasado año ya empezaron los fondeos masivos. Se ha corrido la voz. Era la última cala secreta de Xàbia y quizás de la costa de la Marina Alta. Pero, con el turismo de por medio, es imposible salvaguardar el misterio.