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El riurau más singular es una ruina

Sus columnas, finamente labradas por los picapedreros de la Xara, son un elemento originalísimo en estas construcciones tradicionales de la Marina Alta

El riurau más singular es una ruina

Singular como pocos, en ruinas como muchos. El riurau de Pinella, en la Xara, una de las maravillas de la arquitectura rural de la Marina Alta, se halla en estado catastrófico. En 2013, en el segundo número de la revista Riuraus Vius, los expertos Josep Marqués y Josep Fornés, que catalogaron los riuraus de Dénia, la Xara y Jesús Pobre, ya avisaban del «muy preocupante estado de ruina» de esta magnífica porchada de 31 metros de longitud. La cosa ha ido, inevitablemente, a peor. Se han hundido tramos del tejado.

Toda la construcción, una agrupación de casas de campo y de corrales, que en el siglo XIX, cuando se levantó el riurau, debió ser un potentísimo centro de producción de pasa, está muy deteriorada. Pero el riurau y su casa adosada, que debió ser un conjunto de gran belleza (dentro había incluso un oratorio), se llevan la palma. Las vigas de madera están carcomidas y toda la cubierta amenaza con venirse abajo.

Este riurau es de propiedad privada. En la partida Pinella no queda ni un atisbo de los antiguos cultivos de uva moscatel. No se ve ni media viña. Con la filoxera y el hundimiento de la exportación de la pasa, empezó el declive de esta finca.

Hay un cartel que indica que está en venta o en alquiler. Pero se refiere sólo al gran almacén trasero, que en algún momento se ha utilizado para guardar naranjas. La casa y su riurau, aunque anexos, pertenecen a otro propietario, que los tiene vallados con una tela metálica para evitar que los curiosos se cuelen y también para salvar posibles expolios.

Los riuraus de la Xara tienen la impronta de un oficio que fue importantísimo en este pueblo (es una entidad local menor de Dénia), el de picapedrero. El de Pinella y también el de Eduardo Martí cuentan con columnas, pilares y pilastras de piedra calcárea labrada con esmero. Este de Pinella tiene columnas de tres cuerpos bien diferenciados. La basa es octogonal. El fuste, troncocónico. Y el capitel, de madera y tiene forma de media circunferencia un pelín achatada. Las columnas sostienen un arquitrabe de madera. Y precisamente ahí radica su gran originalidad. La arquitectura arquetípica de los riuraus es de arcos escarzanos. Esa es la imagen que le viene a la cabeza a cualquier vecino de la Marina Alta cuando se le habla de la construcción tradicional y rural más representativa de la comarca.

Pero estos riuraus con ojos rectangulares y arquitrabe son originalísimos. Confirman que en la época dorada del comercio de la pasa los maestros de obra aplicaban soluciones imaginativas a la hora de poner en pie estos espacios que servían para guardar los cañizos sobre los que se extendía la uva tras la escaldà.

El riurau de Pinella está incluido en el catálogo de patrimonio de Dénia. Cuenta con protección parcial. Se ha llegado a plantear comprarlo y desmontarlo piedra a piedra, viga a viga y teja a teja y reconstruirlo en otro lugar. Así se hizo con el riurau de l'Arnauda de Xàbia.

Es una opción para salvarlo de la ruina. Pero la pega es que la construcción se descontextualiza. Ahora quienes se asoman a este riurau todavía pueden imaginar que en el llano que hay ante él se secaba la pasa al sol y sobre los cañizos. No hay viñas a la redonda, pero todavía se respira la atmósfera rural.

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