Calp necesita salvar sus últimas zonas vírgenes. Como el respirar. Ahora ya tiene el aval de los servicios técnicos municipales. Puede desclasificar (pasar de urbanizables a rurales) los 300.000 metros cuadrados de seis sectores de las partidas de Garduix, Feliu y Ràfol. Además, la protección de esa bolsa de terreno no arruina al ayuntamiento. Ni mucho menos.

El informe municipal concluye que no hay que pagar indemnizaciones. Precisa que, dado que el ese suelo era urbanizable no programado, se halla en «la situación básica de rural». De ahí que los propietarios no tengan ningún derecho adquirido a construir y edificar estos suelos.

Este informe de los técnicos municipales allana el camino para proteger estos 300.000 metros cuadrados. Lo pidió Compromís en septiembre de 2018. El gobierno local, del PP, repuso que el ayuntamiento podría verse abocado a abonar indemnizaciones millonaria. El pleno aprobó de forma unánime solicitar a los servicios técnicos un estudio de impacto ambiental y económico de la desclasificación de esos seis sectores.

El portavoz valencianista, Ximo Perles, abogaba por salvar este suelo del tsunami de la construcción. Además, planteaba dar una pincelada verde al actual plan general, aprobado en 1998, actualizado en 2012 y que flojea en la protección del territorio y en las medidas contra el cambio climático (hoy imprescindibles en los planeamientos urbanísticos).

El acuerdo de pleno fue providencial. Un día antes la mercantil Promotora Urbana del Garduix, S. A., presentó un plan parcial en la zona. El ayuntamiento, dado que estaba ya estudiando la protección de ese suelo, no tramitó el programa urbanístico.

El informe estaba ya listo el pasado 21 de noviembre. Pero no ha sido hasta ahora que el gobierno local lo ha facilitado al resto de grupos políticos.

Ya será, por tanto, la próxima corporación la que lleve a cabo la modificación puntual del PGOU que es necesaria para pasar esos 300.000 m2 de urbanizables a rurales. Calp blindará una de sus últimas zonas vírgenes.