n En enero de 2012 el grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Elche, entonces en la oposición, denunciaba que el gobierno municipal, del PP, había prorrogado el contrato con Urbaser por tres años más, a razón de 63 millones de euros, sin haber realizado un concurso público.

El actual contrato se inició en el año 2000 y expiraba inicialmente en 2016, a razón de 20 millones de euros anuales. No obstante, bajo el mandato de Mercedes Alonso se firmó, en diciembre de 2011, continuar tres años más, todo ello no sin polémica porque el PSOE criticó que se hubiera llevado a cabo además de manera oculta.

Hay que tener en cuenta que en aquellos años el Ayuntamiento estaba altamente endeudado y tenía falta de liquidez municipal. Además arrastraba con Urbaser una deuda de nada menos que de siete millones de euros, lo que llevó al equipo de gobierno a plantear a la concesionaria un aplazamiento de los pagos pendientes, gracias a la prórroga de esos tres años en la contrata, que se aprobó en la junta de gobierno local en diciembre de 2011.

Sin embargo, esa prórroga es algo que consideran los trabajadores que fue un caramelo envenenado al apuntar que si en 2016 la maquinaria ya era demasiado obsoleta, ni contar en qué estado estarán los vehículos en caso de que la entrada en servicio de la nueva contrata se demore uno o dos años más. Y es que, en principio, contaban con que la nueva concesión se activara a mediados de 2020, pero algunos dudan de que vaya a ser así.

El edil de Servicios Municipales, Héctor Díez, quien subraya por su parte que con Mercedes Alonso se suprimieron 50 peones de barrido en fines de semana, señala que ya en 2016 hubiera sido necesaria la nueva contrata y que en esta nueva se han asumido las reivindicaciones de la plantilla.