La recóndita cala de En Caló, que sólo tiene acceso por mar, se ha convertido en lugar de peregrinación de turistas en kayak. Y que lleguen más turistas significa que esta playa, hasta hace poco secreta, entre en la geografía de los rescates. Ayer ya se produjo uno. Tres «exploradores» de este abrupto litoral, uno de ellos menor, extraviaron su kayak. Quedaron en el mar y rodeados de imponentes acantilados.

Ocurrió sobre las 13 horas y en seguida se activó el rescate. Acudieron los socorristas de la Cruz Roja con la embarcación que tienen en la próxima playa de la Granadella. Recogieron a los náufragos y los llevaron a tierra. No necesitaron de asistencia médica.