Xàbia no quiere que el turismo se le vaya de las manos. Su alcalde, José Chulvi, del PSPV, presentará el 21 de septiembre en el pleno de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) una propuesta para que el Estado y el Consell le cedan a su ayuntamiento competencias de gestión del litoral. El consistorio quiere poner freno a los fondeos masivos. Pide que se le transfiera la potestad de sancionar a las embarcaciones que arrojan el ancla sobre las praderas de posidonia oceánica.

En las Baleares, esta práctica prohibida sí se sanciona. Lo hacen los agentes medioambientales del Govern balear y las patrulleras de la Guardia Civil. Pero en Xàbia y en la Marina Alta, las barcas fondean impunemente sobre la posidonia del litoral del Tangó (es reserva marina del Cap de Sant Antoni), en la Cala Blanca y la Sardinera, en el Cap Negre o en En Caló. La policía local realiza una gran labor de concienciación. Indica a los navegantes que disponen de boyas ecológicas de amarre y que, en todo caso, deben fondear en puntos donde no crece esta planta marina protegida y declarada Patrimonio de la Humanidad.

Pero con concienciar no basta. Las sanciones hacen más efecto. El alcalde avanzó esta iniciativa en el pleno de ayer. El portavoz de Compromís, Juan Cardona, preguntó por las medidas que se iban a tomar para combatir el «retroceso» en la posidonia detectado por la Fundación Oceanogràfic en el tramo litoral de más presión náutica, que es el de la Cala Blanca y la Sardinera. Cardona lanzó que debería ya estudiarse cobrar tasas por utilizar las boyas ecológicas de amarre (en esta franja costera hay 70 y se quedan muy escasas) y restringir fondeos que ahora son masivos.

La edil de Servicios, Kika Mata, también del PSPV, apuntó que aplicar una tasa no es, de momento, prioritario. El gobierno local no es partidario de hacer pagar a quien se compromete con el cuidado del medio ambiente. En este caso, es el navegante que se engancha a la boya ecológica y no tira el ancla y, en la Granadella, por ejemplo, al bañista que coge el autobús, que es gratuito, en lugar de aventurarse con su coche e intentar aparcar en las cunetas de los viales de la playa.

Con todo, la concejala convino que Xàbia se mira en el espejo de las Baleares (allí sí que se paga por la boya y se reserva el amarre por internet). Dijo que la empresa que baliza el litoral y coloca las boyas podría controlar esa reserva de amarre. Por tanto, no se descarta cobrar por engancharse a las boyas ecológicas de fondeo.