Un vial precario y abierto hace 40 años para una urbanización que, afortunadamente, no se llegó a desarrollar (uno de los tramos más bellos del litoral valenciano estaría repleto de chalés) se ha convertido en clave para evitar el caos de coches en la cala de la Granadella de Xàbia. Ahora se ha reasfaltado por primera vez. Más que eso. Se ha colocado un quitamiedos de acero recubierto de madera (aquí es obligatoria la integración paisajística) para hacerlo seguro. Y también se ha pintado y ordenado el aparcamiento en cordón en uno de los laterales. Se acabó lo que ocurría todos los veranos, que los conductores estacionaban al tuntún. Imitaban lo que hacían otros turistas.

Este vial, que sube en zigzag desde la cala, ya está listo para la nueva temporada turística. Por fin tiene buen firme. Antes abundaban los socavones. Estaba descarnado.

Las obras para adecuar esta «calle», llamada Pic Tort (sí, es tortuosa), comenzaron el pasado mes de noviembre. El ayuntamiento las sacó a licitación. Se las quedó por 186.001 euros la empresa Probisa Vías y Obras SLU.

En los últimos veranos, el ayuntamiento ha optado por cerrar al tráfico la Granadella. Baja la barrera en la carretera de acceso, estrecha y virada, antes de que los coches colapsen la cala. Los bañistas pueden llegar en bus y trenet turístico. De ahí que resultara imprescindible crear una vial alternativo (el de Pic Tort) para que los vehículos que entraban antes de que se bajara la barrera pudieran salir. Volver por la carretera principal es un riesgo. Se topan de cara con el bus y el trenet.