El profesor Juan Luis López equiparó ayer el gesto revolucionario de Rosa Parks, que se negó a ceder su asiento en el autobús a un blanco, con la valentía de las humildes mujeres de Dénia que en los primeros años de la Escuela Permanente de Adultos (EPA) decidieron aprender a leer y escribir. «Se enfrentaron a la sociedad, a sus barrios, a sus familias y muchas de ellas a sus maridos para poder asistir a clase», rememoró López, que dio clase a las 21 mujeres homenajeadas ayer en el Ayuntamiento de Dénia. El maestro recordó el injusto reproche que muchas de estas mujeres tuvieron que escuchar de sus vecinos y familiares. «¿Adónde vas a tu edad a la escuela»?, precisó López que les decían.

Todo les empujaba a que siguieran dedicándose a «sus labores». Pero ellas se rebelaron. Decidieron recuperar la infancia perdida. La Guerra Civil, la posguerra y el franquismo les arrebataron la posibilidad de ir al colegio. «Sí, no se trataba ya de instrucción. Habían perdido su infancia», advirtió el maestro.

José Luis López dio clases hace ya 25 años a estas mujeres pioneras. El maestro se emocionó ayer al citar a las que ya no están. Dijo que, además de aprender esas primeras letras básicas para desenvolverse en el mundo, les enseñó plástica, disfrutaron de excursiones y hasta salieron a cantar al karaoke. El profesor, no obstante, reconoció que, al final, el alumno fue él. «Ellas me enseñaron todas las estrategias que se necesitan para vivir en la sociedad sin tener formación».

El homenaje de ayer reunió en el Ayuntamiento de Dénia a 21 mujeres de la promoción de la EPA de 1995. Salvadora Auxina habló en nombre de todas ellas. «Estamos muy orgullosas. Nosotras vivimos la guerra y la posguerra y no sabíamos leer ni escribir. Ahora sabemos incluso componer poemas», dijo.

López también admitió que recibió un par de amenazas de maridos que no querían que sus mujeres estudiaran. «El pin parental no lo ha inventado VOX. Está en los genes de muchos hombres», sostuvo el profesor, que subrayó que estas mujeres llegaron a forjar «un colectivo de convivencia». Para muchas de ellas, la experiencia de aprender les sirvió para escapar de «la discriminación y la soledad».

Mientras, el actual director de la EPA de Dénia, Vicent Mas, afirmó que superar las desigualdades de género sigue siendo una asignatura pendiente. Recordó los apellidos dianenses y también de inmigrantes castellanos y andaluces de las mujeres de aquellas primeras promociones de la escuela de adultos. Y recitó los apellidos, muchos de ellos árabes, de las alumnas que ahora asisten a clases de alfabetización y neolectura. También aludió a ese otro abecé que ya es básico, el de las competencias digitales.