Hay prisa por reconquistar los lugares de los veranos felices. La costa de la Marina Alta está a tope de turistas y propietarios de segundas residencias. Este fin de semana, el primero que se puede viajar de una provincia a otra, miles de valencianos han puesto proa hacia esta comarca. Y lo de la proa es literal. Han acudido a las marinas y clubes náuticos y han arrancado el motor de sus embarcaciones de recreo. La desescalada de la náutica va a todo trapo. La ensenada de la Sardinera y la Cala Blanca de Xàbia, un tramo de mar protegido del viento y las mareas por el Cap Prim, se ha llenado hoy de yates. Aquí hay numerosas boyas de fondeo. Pero ya hoy se han quedado cortas. La imagen recuerda a las del mes de agosto, cuando una numerosa flota de embarcaciones fondea en este bello litoral.

Con este auge de la náutica es normal que a la Salvamar Diphda, la embarcación de Salvamento Marítimo en Xàbia, ya le toque realizar las primeras intervenciones. Sobre las 19.30 horas, ha acudido a este litoral de la Sardinera a remolcar a una barca a la que se le había averiado el motor.

El verano no ha hecho más que comenzar y la náutica ya va viento en popa. Las boyas de fondeo evitan que se tire el ancha sobre las praderas de posidonia oceánica. Pero aquí llega tanta embarcación que inevitablemente más de una arroja el ancla en estos valiosos fondos marinos.