Unas imágenes aéreas tomadas el pasado fin de semana por la Escuela de Pilotos de Montaña han dado la medida de la enorme presión náutica que sufre el litoral de Xàbia. Las fotografías las difundió primero el Institut de Recerca Oceanogràfica de Xàbia (IROX), una entidad ecologista que hace tiempo que advierte del impacto de los fondeos masivos sobre la Posidonia oceanica. "Hay que recordar por enésima vez que nuestras praderas están en riesgo de desaparecer y que es necesario un control de las embarcaciones que fondean en nuestro litoral, destrozando, a veces sin saberlo, un fondo marino importante para nuestro ecosistema y para nuestra economía". El IROX exige una regulación urgente y una legislación sancionadora. Siempre pone como ejemplo Baleares, donde sí se multa a quien tira el ancla sobre la posidonia.

Mientras, Compromís per Xàbia ha registrado una moción que se debatirá en el próximo pleno en la que insta a las administraciones a poner en marcha leyes que sirvan para controlar y proteger el litoral y las praderas de posidonia y para sancionar las malas prácticas. "Debemos tomar ejemplo de Baleares y otras zonas vecinas para proteger nuestro pulmón marino. Ya hay proyectos europeos destinados a proteger estos enclaves y aplicar la tecnología e innovación al cuidado del medio ambiente", ha indicado el portavoz valencianista Juan Cardona.

Las fotografías reflejan que el esfuerzo del ayuntamiento por colocar boyas de fondeo se ha quedado ya corto. La invasión de embarcaciones es de tal dimensión que, aunque el consistorio salpique todo el litoral de boyas, no habrá ni para empezar. Y los navegantes tampoco se conciencia. Si no encuentran un punto de amarre libre, terminan tirando el ancla sobre los fodos marinos.

Las imágenes tomadas por la Escuela de Pilotos de Montaña son de la costa de la Cala Blanca, la cala de la Sardinera, la Falzia y el Cap Negre. Son puntos que atraen a los aficionados a la náutica deportiva. Los fines de semana hay colapso en el mar. También se producen fondeos en la Granadella, En Caló o l'Escull del Portitxol. Cientos de embarcaciones de recreo ponen proa los fines de semana hacia este litoral, uno de los más bellos de la Comunitat. La saturación salta a la vista.