Ahora, siete años después, se ha conseguido desvelar el misterio de este navío. Se hundió en 1580. Había zarpado de Génova y llevaba a bordo tropas de infantería y mucha carga de artillería para participar en la contienda de sucesión portuguesa. Se llamaba Sant Joan Heremita y se dirigía a Cádiz.
El director del Museu Arqueològic de Dénia, Josep Gisbert, explicará hoy en una conferencia sobre los barcos de guerra hundidos en la costa dianense los detalles de este descubrimiento y de la investigación que ha permitido dar con el «DNI» de este pecio.
Gisbert ha encontrado ahora en un archivo la pista definitiva. Ha dado con documentos de la disputa por hacerse con los despojos de la nave hundida en cuyo naufragio pereció la mayor parte de la tripulación.