Xàbia quiere frenar los fondeos masivosy poner coto a esa dañina práctica de tirar el ancla sobre la posidonia oceánica. En este verano del coronavirus, parece que buena parte de la flota de embarcaciones de recreo busca el socaire del Cap Prim. Este cabo cierra por el sur la cala de la Sardinera, uno de los tramos litorales con más presión náutica
El pleno de Xàbia aprobó el lunes una moción presentada por Compromís y enmendada por el gobierno local, del PSPV, que reclama a las Corts que elabore una ley para proteger la posidonia y que establezca sanciones para las embarcaciones que arrojan el ancla sobre estas praderas marinas. La enmienda incidía en que ya se ha pedido al Gobierno central y se ha planteado a la Federación Española de Municipios y Provincias que se deleguen en este ayuntamiento las competencias para multar a quienes causan daños en los fondos marinos. La petición está pendiente de resolver a consecuencia de la pandemia.
También advertía que Xàbia cuenta con un campo de boyas de amarre que trata de evitar la mala práctica de tirar el ancha. Pero esas boyas se quedan cortas para tantísima embarcación (también fondean en el litoral del Cap Negre, la reserva marina del Cap de Sant Antoni o En Caló). De ahí que en el acuerdo aprobado el lunes se señale que se están estudiando fórmulas para una «gestión más efectiva y menos costosa» para el municipio de esos puntos de amarre. La opción número uno es que las boyas se reserven (y la reserva se pague) y que se prohiba echar el ancha al tuntún.
El pleno también insta al Gobierno y a la Generalitat a que creen una mesa de trabajo, en la que esté, por supuesto, el ayuntamiento, para abordar el problema de los fondeos masivos. El consistorio de Xàbia siempre se ha puesto como ejemplo las Baleares. Allí sí se multa a las embarcaciones que tiran el ancla sobre los fondos marinos protegidos.
Multa por vertidos
Por otra parte, el autor del vertido ilegal de decenas de cajas de plástico en en el punto verde de la carretera de Xàbia a Jesús Pobre (es la zona del Montgó) tendrá que rascarse el bolsillo. El inspector de Ferrovial, la empresa de recogida de residuos, había encontrado en otro vertido ilegal de enseres pistas de dónde podía provenir esa voluminosa basura. Acudió a una vivienda, y vio en la entrada decenas de cajas de plástico. Al día siguiente (el pasado viernes), el citado punto verde amaneció inundado de estos residuos. Esta vez el incívico había dejado más que un rastro de basura.
El Ayuntamiento ha dado con el autor del vertido ilegal de las cajas. Arrojó 30 metros cúbicos de estos residuos que por su cantidad, se consideran industriales. El infractor tendrá que pagar una multa de 750 euros.
