La costa de Xàbia no es tan mansa como la pintan. Cientos de embarcaciones de recreo fondean al socaire del Cap Prim. Pero es ceñir este cabo y, al otro lado, a poco que haga mala mar, la cosa cambia. Cinco jóvenes amigos saben desde ayer que el mar, a cada tramo de costa, cambia como de la noche al día. En esa parte sur del Cap Prim un golpe de mar volcó su embarcación. Los cinco, cuatro chicos y una chica, cayeron al agua. Que este litoral esté tan concurrido de embarcaciones es a veces una bendición.
