La sentencia del anarquista Bakunin de que hay que destruir antes de construir hace fortuna en el urbanismo. La piqueta allana el camino para las nuevas promociones.

En Xàbia, se está derribando ahora una casa hasta hace nada habitada. Siempre llama la atención que una vivienda quede reducida a cascotes. Pero es la lógica demoledora del urbanismo. Se tira una vivienda para levantar, en este caso, 58 pisos de una nueva promoción.

Esta partida, la de Roig-Roquetes, es la de la expansión "natural" del centro urbano, que da un paso más hacia otro de los núcleos de Xàbia, el de Duanes de la Mar (el puerto). Algún día estos dos núcleos acabarán fusionándose. De hecho, con esta nueva promoción, ya queda poco terreno sin construir entre el pueblo y el puerto.

La nueva promoción tendrá piscina, gimnasio y club social. El urbanismo en el litoral de la Marina Alta es inmune, de momento, a la pandemia.