Que corra el aire. Los gimnasios de Xàbia cogen oxígeno. Se han «trasladado» a las playas y los paseos marítimos. En tiempo de pandemia, mejor hacer ejercicio al aire libre. Las salas y los aparatos pueden esperar. Si sale un día radiante como el de ayer, los monitores cogen las pesas, mancuernas y bandas elásticas e improvisan un gimnasio al aire libre. Se llevan también los geles desinfectantes y los espráis. A cada momento, rocían los chismes de hacer ejercicio. Además, las dinámicas de los gimnasios han cambiado mucho en los últimos tiempos. Se trabaja más la elasticidad que la fuerza. Los ejercicios que triunfan son los del «crossfit», una ensalada de potencia (un pelín de pesas), flexiones, abdominales y resistencia. Es un no parar.

El paseo marítimo Guillermo Pons, en la Caleta o Cala Blanca, se transformó en la mañana de ayer en un gran gimnasio. Los monitores llevan incluso radiocasetes. El ejercicio cunde más si se practica a ritmo de música energética. También anudan a las palmeras las bandas elásticas. Así los deportistas pueden ejercitar los brazos y las abdominales.

Ya antes de la pandemia se empezaba a poner de moda lo de trasladar algunas clases de gimnasia a la playa del Arenal o hacer yoga en los paseos marítimos. Ahora es casi una obligación. Los gimnasios son uno de los negocios que peor lo está pasando en esta crisis sanitaria. Los dueños se esfuerzan en desinfectar permanentemente los aparatos. Pero una alternativa que gana fuerza es la de escapar de las cuatro paredes de los gimnasios y buscar el aire libre.

La Marina Alta y Xàbia juegan con ventaja. La temperatura es muy agradable en otoño e invierno. Hacer deporte junto al mar es un lujo. El sol templa los músculos de los deportistas.

Lo de llevarse el gimnasio a la playa y a los paseos marítimos es más que una moda pasajera. La pandemia ha acelerado lo de las clases de yoga y de ejercicio al aire libre. Ahora es una obligación orear todos los espacios cerrados. En las playas y paseos marítimos, no hay problemas de ventilación. La brisa del mar es higiénica. Eso sí, no estaría mal que los deportistas guardaran distancias. Que corra el aire.