Las irresponsabilidades son el caldo de cultivo ideal para la transmisión del coronavirus. La Guardia Civil de Xàbia denunció ayer a una monitora deportiva que había acudido a trabajar al gimnasio pese a que debía estar confinada.

Salud Pública le había comunicado que debía guardar cuarentena y estar aislada en su casa. Pero, según ha podido saber este diario, decidió romper el confinamiento y acudir al gimnasio. Un compañero suyo de piso había dado positivo.

La negligencia se ve en este caso agravada por el hecho de que un gimnasio es un lugar de afluencia de personas y el peligro de contagio se dispara.