El informe de la Conselleria de Justicia sobre el estado del Palacio de Justicia de Dénia descarta daños estructurales en el edificio pero advierte de que los daños que se produjeron el lunes y que obligaron a desalojar las dependencias pueden volver a producirse, según el documento al que ha tenido acceso este diario. Como ya publicó este periódico, el edificio tuvo que ser desalojado al empezar a agrietarse el suelo y romperse las losas del pavimento en la segunda planta del inmueble.

Tras el susto, los juzgados recuperaron este martes la actividad con normalidad, una vez que desde la Subdirección General de Infraestructuras de la Conselleria de Justicia se emitió un informe en el que se descartaba la existencia de daños estructurales en el edificio. El estudio concluye que «con un nivel alto de probabilidad» los daños se produjeron por la ausencia de juntas de dilatación en el propio pavimento. «Es bastante posible que estos daños se repitan en las plantas inferiores, por lo que habrá que intervenir para evitarlo mediante la creación de juntas de dilatación en el pavimento», asegura el documento.

Desalojado el Palacio de Justicia de Dénia a causa de movimientos del suelo

Desalojado el Palacio de Justicia de Dénia a causa de movimientos del suelo

Los técnicos concluyeron que se puede utilizar normalmente el edificio, sin perjuicio de que se ordene la inmediata reparación de los daños y la creación de juntas de dilatacion en los pavimentos. La única zona que se ha excluido de la reapertura es la Fiscalía, mientras no quede reparado el pavimento. Los operarios de mantenimiento ya estaban trabajando ayer en la reparación de las losas rotas. Para que la oficina del Ministerio Público no quedara paralizada, los funcionarios fueron realojados en los despachos de los fiscales hasta que la zona quede totalmente saneada.

El estudio señala que los daños han consistido en el hundimiento superficial de las losetas de mármol del pavimento y sin que haya afectado a las capas de agarre. Los daños se han producido en dos zonas concretas con una superficie equivalente de 2,60 metros cuadrados y otros dos metros, respectivamente.

Como ya publicó este diario, los funcionarios se encontraron el lunes las losas levantadas y sobre las 13.00 horas se escuchó un fuerte ruido, mientras las losetasse rompían. Una situación que llevó a la juez decana a ordenar el desalojo del edificio, cesando toda la actividad, hasta que los técnicos constaran que no existía riesgo de derrumbe.

Los técnicos también han inspeccionado el sótano, sin que se encontraran evidencias de daños recientes que pudieran indicar algún tipo de movimiento reciente del edificio o de sus partes. Uno de los mayores temores era que las intensas lluvias de los distintos temporales que habían azotado a la localidad durante los últimos años hubieran podido causar daños estructurales en el edificio, hipótesis que de momento se descarta.