Vecinos de la Vall de Pop (valle del interior de la Marina Alta al que pertenecen pueblos como Xaló, Alcalalí, Llíber y Parcent) preocupados por el bienestar animal enviaron ayer a este diario fotografías de perros esqueléticos y atados en corto con cadenas. Son podencos. Y están encerrados en casetas de Llíber que asemejan más jaulas, ya que estos perros solo salen cuando llega la temporada de caza y sus dueños se echan al monte. Los citados vecinos aseguraron que estos canes sufren maltrato animal. Denunciaron que durante la ola de frío han permanecido en esas gélidas casetas soportando por las noches temperaturas que bajaban de los cero grados. También aseguran que estas jaulas están sucias de excrementos.

Afirmaron también que protectoras de animales de la Marina Alta han presentado en el Ayuntamiento de Llíber instancias para que se obligue a los dueños a cuidar de estos podencos. Precisaron también que se ha trasladado la situación en la que están los animales al Seprona e incluso se ha lanzado una alerta en la aplicación Alert cops de la Guardia Civil de Alicante.

Estos vecinos, la mayoría residentes extranjeros, se sorprenden de que no se actúe de forma contundente contra los dueños de estos podencos. Aseguran que salta a la vista que están escuálidos y mal cuidados. No entienden que se sea tan tolerante con los cazadores que tienen durante meses encerrados a unos canes, los podencos, que son muy activos y que necesitan moverse y que, por tanto, sufren mucho al estar amarrados con cortas cadenas.